Al final, no se cumplieron los peores augurios para José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente salvó ayer los últimos presupuestos de la legislatura y lo hizo con más holgura de lo previsto gracias a que IU-ICV y el canario Luis Mardones se alinearon en el último momento con el PSOE para levantar el veto procedente del Senado. Las cuentas públicas recibieron así su aprobación definitiva por 182 votos a favor --dos más que el primer presupuesto de Zapatero-- y 165 en contra: los del PP, CiU, ERC y tres diputados del Grupo Mixto. Los socialistas recriminaron con dureza a los nacionalistas catalanes por impulsar el veto en la Cámara alta, y omitieron toda crítica a los republicanos.

El debate se desarrolló en el último pleno ordinario de la legislatura. Así lo confirmó Zapatero, que, en declaraciones a la prensa, anunció de manera oficial que las elecciones legislativas se celebrarán el 9 de marzo próximo, con lo que disolverá las Cortes el 14 de enero. La campaña electoral empezará, pues, el 22 de febrero. El jefe del Ejecutivo sostuvo que el "acierto" de la política económica ha propiciado un "gran crecimiento económico" y "una gran salud" en las finanzas públicas. En un derroche de optimismo, dijo que España, tras superar a Italia en renta por habitante, tiene "como horizonte superar a Francia".

MUDANZAS La votación de ayer fue un reflejo de lo mudables que han sido las alianzas del Gobierno a lo largo del cuatrienio. El PSOE encontró en el PNV y el BNG dos aliados que no tuvo en la aprobación de los primeros presupuestos. Por contra, la inicialmente leal ERC se desmarcó en este final de la etapa, mientras CiU, tras dos años de acercamiento, volvió a sus orígenes al rechazar las cuentas. Quienes sí se ha mantenido invariable han sido los diputados de IU-ICV --que han apoyado los cuatro presupuestos-- y el PP, que siempre ha votado en contra.

El popular Vicente Martínez-Pujalte justificó ayer el rechazo de su partido con el argumento de que las cuentas carecen de consistencia y se fundamentan en previsiones erróneas. El momento más polémico fue cuando dijo que la votación de ayer era un "triste epitafio de un triste Gobierno que negocia con terroristas y con tránsfugas el levantamiento del veto de hoy". Sus palabras desataron aplausos en la bancada popular y protestas en el resto del hemiciclo.

"CINISMO" El socialista Francisco Fernández Marugán respondió al portavoz del PP que "el cinismo tiene en política un límite" y "en este caso lo han sobrepasado". Más contundente se mostró contra CiU, con quien el PSOE intentó buscar acuerdos para que levantara el veto en el Senado. Fernández Marugán expresó su "sorpresa" por el veto de los nacionalistas catalanes. Dijo que han hecho un "mal cálculo de sus propias fuerzas políticas" y han "amenazado con una fuerza de la que carecen".

Jordi Vilajoana (CiU) alegó que la federación nacionalista rechazaba las cuentas por "coherencia", sobre todo, dijo, porque invaden competencias autonómicas en vivienda y fijan para Cataluña 1.500 millones de euros menos de lo debido.

El republicano Joan Puig alegó que su formación estuvo abierta a acuerdos con el PSOE y le reprochó que hubiera preferido buscar otros "socios". Joan Herrera, de IU-ICV, consideró deficientes las cuentas, pero justificó el de su grupo con el argumento de que "peor" es una prórroga del presupuesto del 2007.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, afirmó que los números se ajustan a los objetivos de estabilidad presupuestaria y "refuerzan la cohesión social", y advirtió de que la prórroga de las cuentas del ejercicio anterior "hurtaría a los ciudadanos las mejoras del proyecto".