José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer que no tenía conocimiento de que los aviones que EEUU utilizó en su guerra sucia contra el terrorismo, para trasladar de manera ilegal a presos hasta Guantánamo (Cuba), hicieran escala en España tras conseguir el permiso del Gobierno de José María Aznar, en el 2002.

"No, por supuesto", se limitó a responder el jefe del Ejecutivo al periodista que le preguntó si tenía conocimiento del paso y escala de los llamados vuelos de la CIA por territorio español. Fuentes de la Moncloa derivaron ayer al Ministerio de Exteriores cualquier explicación sobre el asunto a raíz de los documentos publicados por El País , que dejan constancia de la petición estadounidense para usar los aeropuertos españoles y de la respuesta afirmativa, en menos de 24 horas, del Gobierno del PP.

Miguel Angel Moratinos anunció ayer que una comisión "investigará todos los documentos" de los que el PSOE no tenía constancia al llegar a su puesto, pese a que él mismo ya dijo, el 24 de noviembre del 2005, en sede parlamentaria, que había hecho "una investigación".

El asunto está en la Audiencia Nacional desde el 2006, cuando Ismael Moreno decidió investigar la complicidad del Gobierno con la guerra sucia de Bush. En la información que AENA envió a Moreno, en otoño pasado, este organismo ofreció una lista de 47 vuelos que habían cruzado el cielo español con origen o destino en Guantánamo, y como mínimo una decena habían hecho escala. De todos, 22 se realizaron en el mandato de Aznar y 25, en el de Zapatero.

PREGUNTA IU-ICV preguntará al Gobierno en el Congreso si esa comisión se limitará a investigar solo los vuelos que la CIA realizó durante la última legislatura del PP o también va a comprender el periodo entre el 2004 y el 2008, con el PSOE en el poder.

La comisión está formada por colaboradores de máxima confianza de Moratinos: Agustín Santos, su jefe de Gabinete; Juan Sell, jefe de Gabinete del secretario de Estado de Asuntos Exteriores; Felipe de la Morena, jefe de Gabinete de la subsecretaria de Asuntos Exteriores, un representante de la abogacía del Estado y un miembro de la asesoría parlamentaria de Exteriores.

La secretaria de política internacional del PSOE, Elena Valenciano, apoyó la investigación y dijo que "es un escándalo que conviene aclarar". "No teníamos este documento, quizá no nos lo dieron cuando hicimos el traspaso", añadió la dirigente. Eso mismo es lo que aseguró José Bono, ministro de Defensa entre abril del 2004 y abril del 2006, respecto a su antecesor, Federico Trillo. "No he tenido ni tengo noticia sobre ningún acto ilícito en relación con ese asunto", afirmó.

Carlos Westendorp, embajador en EEUU entre el 2004 y el pasado verano, calificó de "desastroso" que Aznar permitiese las escalas y aseguró que, con el PSOE, esta práctica "se paró".