Las reglas de juego han cambiado. Tras el atentado de Barajas, con el que ETA segó la vida de dos ecuatorianos clausurando un periodo de tres años y medio sin asesinatos, las condiciones para reabrir el diálogo con la banda ya no son las mismas. A José Luis Rodríguez Zapatero no le basta con que ETA ratifique el alto el fuego --como hizo ayer-- ni que decrete una nueva tregua porque, según fuentes gubernamentales, no autorizará más conversaciones con la organización terrorista hasta que esta renuncie para siempre a la violencia.

De ahí que el comunicado etarra de ayer dejara frío al presidente, que lo esperaba --aunque sin grandes expectativas-- antes de que Batasuna lo presagiase el lunes. Hace días que el Ejecutivo llegó a la conclusión de que ETA pretendía perpetrar en Barajas un atentado espectacular pero sin víctimas, y que las dos muertes provocadas la forzaban a aclarar sus propósitos. Incluso intuía que la organización iba a declarar vigente el alto el fuego. Lo que, lejos de reconfortarle, ahonda el escepticismo del Gobierno sobre la posibilidad de avanzar hacia el fin del terrorismo a corto plazo.

Que ETA juzgue compatibles la tregua y los atentados revela, en opinión del Ejecutivo, que los terroristas no están preparados para cumplir los dos grandes requisitos para restablecer el diálogo: la ausencia de violencia y la voluntad inequívoca de abandonarla. A ello se suma la profunda división en el seno de la banda sobre la estrategia a seguir.

"A ETA solo le queda un camino, solo uno: poner fin a la violencia", respondió ayer a la banda el ministro del Interior. Alfredo Pérez Rubalcaba juzgó un "sarcasmo" que ETA culpe al Gobierno de que hubiera víctimas en el atentado, y le advirtió de que, tras un acto de "violencia extrema, tiene que ser consecuente con sus actos".

Rubalcaba, en declaraciones a The New York Times, también evidenció ayer que solo la renuncia definitiva a la violencia, el anuncio del abandono de las armas, permitiría restablecer el diálogo con ETA: "Los etarras han roto su palabra, nos han engañado. Nunca habrá otra tregua creíble de ETA. La próxima vez que la decreten todos dirán: Otra tregua... como la de Barajas ".