La exigencia del PNV de mayor autogobierno para Euskadi como condición para apoyar los presupuestos del 2011 no parece un obstáculo para que José Luis Rodríguez Zapatero salve las cuentas más complicadas de sus dos legislaturas. El presidente del Gobierno se mostró ayer dispuesto a negociar con los nacionalistas vascos "todo lo que sean transferencias", aunque con dos limitaciones: que entren dentro del "marco estatutario" y que tengan "relación con la economía y el empleo".

Aunque el PNV subirá la apuesta, sabedor de que es que es la única muleta en la que puede apoyarse el PSOE desaparecida CiU en combate electoral, el presidente se mostró "confiado" en la "capacidad diálogo del Gobierno" para reeditar "el positivo" acuerdo de los presupuestos vigentes. No le queda apenas otra salida si no quiere convocar elecciones anticipadas. Seguir agarrándose a una prórroga del 2010 imposibilitaría el imprescindible tijeretazo que debe aplicarse al gasto público.

Zapatero reconoció ayer en rueda de prensa desde Shanghái (China) que aprobar los presupuestos "es muy conveniente para la economía española" y para "hacer que la austeridad se cumpla". En respuesta a la predicción del PP, según la cual el el Gobierno cederá lo que sea a cambio de seguir en el poder, el presidente recordó que en 1996 este partido pactó con los nacionalistas la cesión de transferencias no estatutarias por la vía del artículo 150.2 de la Constitución y "habló catalán en la intimidad". Eso no se repetirá, aseguró, porque la negociación será "transparente" y no habrá cesiones no previstas en el Estatuto.

SIN REFORMA SUSTANCIAL La negociación de los presupuestos se llevará a cabo de modo "prioritario" con el PNV, aunque no se excluirá a priori a ninguna otra fuerza. El pacto presupuestario incluirá la subida de impuestos a los ricos prometida por el líder socialista el pasado julio, aunque por lo oído ayer , su impacto no será relevante.

Tras la tormenta estival que enfrentó a dos de sus ministros, el presidente dejó claro que no habrá "ninguna reforma sustancial" como la subida fiscal generalizada propuesta por José Blanco, pero insistió en que se introducirán "ciertas innovaciones para exigir un esfuerzo mayor a los que más tienen".