José Luis Rodríguez Zapatero y Juan José Ibarretxe escenificarán hoy el restablecimiento del diálogo institucional entre el presidente del Gobierno español y el lendakari, bloqueado desde el 30 de julio del 2001 por decisión de José María Aznar. Zapatero prometerá al lendakari su colaboración con el Ejecutivo de Vitoria si emprende una reforma en profundidad del Estatuto de Gernika, pero a cambio de que aparque el llamado plan Ibarretxe, según adelantaron ayer fuentes del Gobierno. Ni Zapatero ni Ibarretxe esperan grandes acuerdos de esta cita. Sólo la voluntad, compartida por ambos, de enterrar el hacha de guerra.

UN ANACRONISMO Ante el lendakari, Zapatero argumentará que el plan Ibarretxe es fruto de un momento político felizmente superado: el de la confrontación entre constitucionalistas --PP y PSOE-- y nacionalistas, choque de trenes que se saldó a favor de los segundos en las elecciones vascas del 2001. El presidente animará al lendakari a no forzar la aprobación de su proyecto soberanista durante la presente legislatura autonómica y a buscar la complicidad de PP y PSOE para sumarse al proceso de reformas estatutarias abierto en numerosas autonomías.

Fuentes de ambas administraciones reconocen que entre Zapatero e Ibarretxe no habrá acuerdos sobre el traspaso a Euskadi de la gestión penitenciaria ni el de la Seguridad Social, aunque sí puede haber avances respecto a la liquidación del cupo vasco, las indemnizaciones por los daños que causó la marea negra del Prestige en el litoral de Euskadi y la ampliación de la Ertzaintza. El presidente también aprovechará para demandar a Ibarretxe una mayor cooperación del Gobierno vasco en la lucha contra ETA.

Interesado en visualizar el fin de la etapa de incomunicación y enfrentamiento entre Madrid y Vitoria, el lendakari quiere que su reunión con Zapatero ponga los cimientos de una relación fluida y basada en el "respeto y el reconocimiento mutuo", según fuentes de Ajuria Enea.

El lendakari transmitirá al presidente su interés en que los socialistas vascos propongan una alternativa al plan Ibarretxe en vistas al debate que el Parlamento de Vitoria celebrará en septiembre. También reclamará al presidente que se comprometa a "respetar" las decisiones que adopte la Cámara vasca en torno a este plan soberanista.

La respuesta de Zapatero no será distinta a la que ya le ha ofrecido en otras charlas: que su Gobierno no aceptará jamás un proyecto estatutario que desborde la Constitución.