La crisis de Gobierno de la que tanto se ha escrito en los últimos meses tendrá que esperar un poco más. Ni siquiera ahora, cuando la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha empezado su campaña mediática para llegar a presidir la Comunidad de Madrid, José Luis Rodríguez Zapatero se plantea hacer modificaciones en el Ejecutivo. "No hay nada cerca que haga pensar en algún cambio", afirmó ayer el presidente tras reunirse con el Rey en el Palacio de Marivent (Palma).

En una intervención ante los medios de comunicación en la que aceptó varias preguntas, Zapatero aseguró que "a corto plazo" no tiene planes para modificar la composición del Ejecutivo, aunque se lo volverá a plantear si Jiménez (a quien el PP le exige que deje el ministerio) es la candidata socialista en las autonó- micas de la primavera del 2011.

Hasta entonces, la titular de Sanidad tiene un largo camino que recorrer. La primera etapa importante llegará el 6 de septiembre, el primer día en que los socialistas que quieran ser cabeza de lista pueden presentar su candidatura. Está claro que Jiménez, que tiene el apoyo de Zapatero y del aparato del partido, lo hará. ¿Podrá Tomás Gómez, el secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) y candidato natural, mantener el pulso al propio presidente del Ejecutivo? Si lo hace y se presenta, el día 25 el PSOE abrirá el proceso de primarias. De esta manera, Gómez y Jiménez se verán el 3 de octubre en las elecciones internas en las que los militantes madrileños tendrán la palabra.

MARCAR DISTANCIAS Zapatero, que intentó convencer el sábado a Gómez de que Jiménez tiene más posibilidades que él para frenar a la conservadora Esperanza Aguirre, empezó ayer a marcar distancias con la ministra de Sanidad. El presidente del Gobierno insinuó que no hará campaña por Jiménez y aseguró que lo que quieren los militantes y los madrileños es escuchar a los candidatos para que les expliquen qué proyectos tienen. El jefe del Ejecutivo alabó el proceso de primarias, un sistema que, a su juicio, "fortalece sin ninguna duda al partido".

Preguntado sobre qué le parece el deseo expresado por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, de que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se presente como candidato socialista a la alcaldía de Córdoba, Zapatero explicó que está a la espera de comentar esa propuesta con el dirigente andaluz, con quien se reunirá en los próximos días. Parece que Griñán tiene tan claro el tirón de Moratinos en Córdoba como Zapatero el de Jiménez en la Comunidad de Madrid.