El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer en Ginebra que España sea la sede del próximo Congreso Mundial contra la Pena de Muerte. El dirigente socialista anunció, además, que su Ejecutivo impulsará, desde la presidencia de turno de la Unión Europea (UE), la aprobación de una nueva resolución de la próxima asamblea general de la ONU, que se celebrará a finales de este año, para el establecimiento de una moratoria en el uso de la pena capital. "España es hoy un país totalmente abolicionista, y así se desprende de la legislación nacional, y la erradicación de la pena de muerte forma parte de las prioridades de nuestra política exterior", aseguró Zapatero durante el acto de inauguración del cuarto Congreso Mundial contra la Pena de Muerte que tuvo lugar en la sede de la ONU en Ginebra, bajo la colosal cúpula decorada por Miquel Barceló.

Actualmente, 150 países son, en la práctica, abolicionistas, y 58 aplican la pena capital, de los que 20 viven ejecuciones constantes.