Los jefes de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y Marruecos, Dris Jetu, escenificaron ayer en la Moncloa el buen momento de las relaciones bilaterales, pese a las tensiones de las últimas semanas por los viajes al Sáhara de delegaciones de políticos de Madrid, Cataluña, Andalucía y Asturias, a las que Rabat ha denegado la entrada en la excolonia española. Lejos de expresar su malestar a Jetu por la expulsión de esas delegaciones, Zapatero pidió que terminen las visitas no autorizadas por Marruecos, al defender que las iniciativas para conocer en el terreno la situación del pueblo saharahui se circunscriban a los viajes de miembros del Parlamento español acordados semanas atrás por los dos Gobiernos.

"CON NORMALIDAD" "Tenemos que hacer los viajes a través de lo que representa el cauce de diálogo que el Gobierno de España ofrece y puede garantizar con el Gobierno marroquí", dijo Zapatero en rueda de prensa conjunta tras el encuentro. El presidente del Ejecutivo subrayó que las Cortes ya han recibido las invitaciones del Parlamento marroquí para desplazarse al Sáhara y se mostró "convencido" de que estas visitas se podrán realizar "con normalidad".

Dijo Zapatero que la "única reflexión" que le suscita el recrudecimiento de la crisis del Sáhara, y que motivó los frustrados viajes de políticos de varias autonomías españolas a la excolonia, es que hay que "ganar tiempo" en la búsqueda de una solución política bajo la batuta de la ONU. Un proceso en el que España puede ser "parte constructiva y facilitadora".

Aunque la pregunta sobre la actitud de Rabat iba dirigida en exclusiva al mandatario español, Jetu tomó la palabra para arremeter contra los políticos expulsados al aterrizar en El Aaiún, capital del Sáhara. "Marruecos no puede aceptar hechos consumados, sobre todo de personas conocidas por su hostilidad hacia Marruecos, sus instituciones y su integridad territorial", dijo.

Respecto a las recientes protestas de saharauis que fueron duramente reprimidas por la policía marroquí, Jetu alegó que esos acontecimientos fueron "preparados por un centenar como máximo de personas" y "amplificados" por los medios de comunicación. Alardeó de que la transmisión de esas imágenes y la presencia en Marruecos de periodistas extranjeros prueba que su país es "abierto".

LA INMIGRACION Zapatero y Jetu dedicaron buena parte del encuentro al tema de la inmigración. El marroquí resaltó que su país ha contribuido a reducir los flujos ilegales a España pese a que el 2005 es un año "difícil", porque la sequía y el hambre en Africa subsahariana producen "mucho éxodo". Dijo que Rabat está "solo" en el esfuerzo de contención y pidió a Zapatero ayuda para esos países.