El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó ayer "responsabilidad" a los magistrados implicados en la causa contra el juez Baltasar Garzón, que va a ser juzgado por investigar los crímenes de la guerra civil y la dictadura. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decidirá en el pleno convocado para el próximo día 22 sobre la suspensión del magistrado de la Audiencia Nacional.

La decisión del juez del Supremo Luciano Varela de concluir el proceso contra Garzón sin oír siquiera a los testigos propuestos por el juez de la Audiencia y con el único apoyo de Manos Limpias y Falange provocó ayer una cascada de reacciones nacionales e internacionales que ponían en entredicho la solvencia de la judicatura española.

El primero en abrir fuego, fue el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, quien aseguró que "no es entendible bajo ningún concepto" el proceso al togado y confió en que Garzón no esté "al final" de su carrera. Por su parte, Zapatero quiso evitar nuevas polémicas con el poder judicial, pero ofreció su apoyo al magistrado que ha dedicado la mayoría de sus esfuerzos a combatir a ETA.

LA DECLARACION El presidente del Gobierno, en un breve encuentro con la prensa tras reunirse con el primer ministro del Líbano, Saad Hariri, hizo un llamamiento a la "responsabilidad" de los magistrados del alto tribunal. "Si tenemos confianza en el Estado de derecho, deberemos tener también la confianza en la responsabilidad, que me parece conveniente cuando es un tema que tiene, en efecto, una trascendencia en la opinión pública y que va a tener un gran debate con una gran intensidad", declaró Zapatero.

Fuentes de la Moncloa ayudaron a desentrañar el mensaje y aseguraron que esa llamada a la sensatez iba dirigida a los magistrados de la Sala de lo Penal, que tienen que confirmar la decisión de Varela de enjuiciar a Garzón.

Esas mismas fuentes descartaron que al presidente del Gobierno le incomodaran las palabras de Chaves, ya que considera "normal" que dentro del Ejecutivo haya "unas personas que vayan más lejos que otras a la hora de expresar su opinión personal". También comentaron que Rodríguez Zapatero es consciente de que parte de los problemas judiciales de Baltasar Garzón obedecen a problemas personales con algunos jueces del Supremo. Y que está preocupado por la imagen de España en el resto del mundo, que no entiende que se persiga al juez que ordenó la detención del dictador chileno Augusto Pinochet.

Mientras, el PP, por boca de la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, consideró que el caso de Garzón puede ser ejemplarizante. "A nadie le puede escandalizar que un juez cualquiera, por conocido que sea su nombre, esté sujeto a la ley". Joan Ridao (ERC) ve "temor reverencial" a la hora de revisar la historia más reciente de España y evitó analizar la trayectoria del juez, "con luces y sombras".

LA SUSPENSION El presidente del CGPJ, Carlos Dívar, comunicó ayer a los vocales de este organismo que el pleno del día 22 resolverá el futuro de Garzón. En esta sesión se resolverá la retirada de dos vocales del debate sobre la suspensión del juez de la Audiencia y se decidirá el momento en el que Garzón debe abandonar su despacho. Varios vocales quieren esperar a que la decisión sea firme.