El Gobierno y el Partido Popular parecen estar de acuerdo en que hay que recortar gastos en la Administración autonómica, empezando por el sueldo de los cargos públicos y los parlamentarios. "Me parece imprescindible que en el ámbito de las comunidades se produzca ese esfuerzo común", dijo ayer José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Ejecutivo destacó el "valor ejemplar" de que los altos cargos territoriales se estén reduciendo también los salarios. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, y sus barones territoriales pactaron el sábado una rebaja del 15%.

"A partir del plan fiscal de ahorro que presentamos en el Congreso se ha desencadenado una buena iniciativa general en las administraciones públicas. Todos los partidos responsables deben comprometerse", apuntó el líder de los socialistas, en referencia al PP. Unas horas antes, la secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, había calificado de "urgente" que ambos partidos negocien lo que denominó una "auténtica racionalización administrativa", aunque, más que de retribuciones, hablaba de evitar un solapamiento competencial.

"SACRIFICO INEVITABLE El dirigente socialista no asistió ayer a la ejecutiva del PSOE, pero las consignas estaban claras y la reunión oficializó el cierre de filas en defensa del plan de ajuste anunciado por el Gobierno. La dirección federal coincidió en considerar el recorte un "sacrificio inevitable" que también están llevando a cabo otros países europeos ante el "ataque sin precedentes" sufrido por el euro.