El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro italiano, Romano Prodi, acordaron hoy unir esfuerzos para relanzar el proceso de integración europeo y mantener la "esencia" de la Constitución, y apostaron por la paz y el desarrollo económico en la ribera sur del Mediterráneo. En rueda de prensa conjunta en Ibiza al concluir la XIV Cumbre hispano-italiana, ratificaron su compromiso con la estabilización del Líbano, donde ambos países tienen desplegadas tropas, y anunciaron la futura creación de una Agencia Mediterránea para el Desarrollo Empresarial. El proyecto, según explicó Zapatero, buscará alentar la creación de pequeñas y medianas empresas en el sur del Mediterráneo a través de mecanismos financieros y tendrá al Magreb como su principal objetivo. España e Italia, dos países "hermanos en el Mediterráneo y socios en Europa", en palabras de Zapatero, ratificaron hoy su compromiso con el proceso de integración de la UE y garantizaron su apoyo a la Presidencia alemana de la Unión para pasar "de una etapa de estancamiento a un tiempo de iniciativa". En ese contexto, el jefe del Ejecutivo apostó por encontrar una solución para el Tratado Constitucional que permita incorporar a los países que no lo han ratificado y que, al tiempo, mantenga su "esencia" para lograr una Europa "más unida y más eficaz", con nuevas reglas de funcionamiento. Defendió también la política energética común que se debatirá en el próximo Consejo Europeo de marzo porque, dijo, "nos hará más fuertes" ante los proveedores y permitirá a la UE coordinar esfuerzos ante el cambio climático. Prodi, por su parte, consideró que España e Italia pueden ser, junto a Alemania, "precursores" de la recuperación de la UE y subrayó la importancia de cumplir el calendario para resolver el debate constitucional antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2009. Preocupación por Kosovo y El Líbano El primer ministro italiano se mostró además "muy preocupado" por el futuro de Kosovo y abogó por ofrecer a Serbia "un punto de llegada en la UE". Por otra parte, Prodi y Zapatero analizaron la situación en Afganistán y se comprometieron a mantener las tropas que Italia -unos 2.000 militares- y España -690- tienen desplegados en este país, así como el territorio de responsabilidad que comparten. No obstante, Prodi expresó su preocupación por la "salida política" del país y subrayó la importancia de involucrar a todos los países limítrofes, además de EEUU y la UE. "Si no les implicamos, nunca llegaremos a una conclusión de paz sobre esta región", apuntó Prodi, quien destacó la importancia de la conferencia internacional sobre Afganistán que se celebrará en Roma en mayo, auspiciada por el Gobierno afgano y las Naciones Unidas. Sobre el Líbano, Zapatero resaltó la necesidad de consolidar la paz y consideró que la misión militar debería ir acompañada de un "esfuerzo político" y de medidas para el desarrollo económico de la región. En un encuentro informal con los periodistas, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, rechazó la posibilidad de que las tropas españolas, a petición de la ONU, realicen labores antidisturbio, ya que, dijo, ese no es el mandato y no está en la naturaleza de la misión. Zapatero y Prodi hablaron también durante su reunión de la fallida fusión entre la concesionaria de autopistas Abertis y la italiana Autostrade, y el primer ministro italiano señaló que, con el nuevo marco legislativo aprobado en su país, "todo puede salir adelante", aunque la decisión depende de las empresas. Junto a estas cuestiones, el presidente del Gobierno garantizó a Prodi el apoyo a Italia en sus relaciones con Iberoamérica, una región donde, aseguró el mandatario italiano, "no queremos competir con España, somos complementarios". Zapatero quiso destacar la coincidencia "absoluta" de intereses de los dos países que tienen, dijo, "amistad, lealtad y buena vecindad", palabras que corroboró Prodi al recordar los compromisos conjuntos en la escena internacional. A la cumbre acudieron los ministros de Exteriores, Defensa, Fomento, Industria, Trabajo y Asuntos Sociales y Agricultura, junto a sus homólogos italianos, con quienes suscribieron acuerdos en favor de la cooperación tecnológica e industrial, la dieta mediterránea y la protección agrícola. Acordaron además el intercambio de información en materia laboral y de inmigración y analizaron el proyecto de las autopistas del mar, conexiones marítimas como alternativa al transporte terrestre de mercancías. La primera cumbre plenaria entre los Gobiernos de Zapatero y de Prodi concluyó con un almuerzo al que estuvo invitado el presidente de Baleares, Jaume Matas.