José Luis Rodríguez Zapatero dio ayer un espaldarazo rotundo a Néstor Kirchner en sus esfuerzos por sacar adelante a Argentina tras el descalabro económico del 2001. El presidente del Gobierno garantizó que España hará el "máximo esfuerzo" en ese sentido y afirmó que las empresas españolas seguirán invirtiendo en el país suramericano, que "no abandonaron ni siquiera en los peores momentos de la crisis".

Zapatero y el mandatario argentino mantuvieron un largo encuentro en la Moncloa, en el que se comprometieron a iniciar una nueva etapa" en las relaciones bilaterales. En ese contexto firmaron un plan de acción para este año y el siguiente, con el que se pretende dar concreción al plan de asociación estratégica suscrito por José María Aznar.

El presidente español se deshizo en elogios a la "espectacular" recuperación económica que ha experimentado Argentina bajo el mandato de Kirchner y proclamó que ese camino "no tiene marcha atrás". Menos entusiasta, Kirchner sostuvo que su país no ha salido todavía del "infierno" y confió en que, cuando concluya su mandato en diciembre del 2007, pueda decir a los argentinos: "Ya estamos a la puerta del purgatorio".

El clima de camaradería entre los mandatarios fue tal que Kirchner confesó que el único punto de desacuerdo entre ambos se ciñe a los pronósticos sobre el desenlace del campeonato mundial de fútbol. Dicho lo cual, un ayudante le acercó un maletín, del cual extrajo una camiseta albiceleste de la selección argentina, sin número a la espalda, que regaló a Zapatero. Este sonrió y preguntó cuál es el número de Lionel Messi, el astro ascendente del balompié argentino. Al ser informado de que es el 19, pidió a un ayudante que se lo pusieran a la camiseta.

Kirchner no se quedó corto en las alabanzas a su anfitrión, a quien transmitió el agradecimiento suyo y de otros mandatarios latinoamericanos, de los que citó de modo expreso a Evo Morales, Hugo Chávez, Luiz Inácio Lula da Silva y Michele Bachelet, por su "solidaridad" con ese subcontinente. "Eso genera un hilo de ida y vuelta", dijo.

RESPETO A la pregunta de si compartía la visión de Kirchner sobre Iberoamérica, Zapatero sentenció que España mantiene el principio estratégica de cultivar buenas relaciones con todos los gobiernos de la región. "Respetamos la voluntad democrática. No estamos para dar lecciones a pueblos hermanos, y menos a países que han sufrido mucho. Estamos para ayudar, para dialogar", dijo.

Los dos presidentes exaltaron también los estrechos lazos que han mantenido los dos países cuando alguno de ellos ha atravesado momentos difíciles en materia de derechos humanos. Zapatero destacó que en Argentina viven hoy casi 300.000 descendientes de españoles, que acudieron a ese país durante el "túnel oscuro de la dictadura" franquista y celebró que 80.000 argentinos hayan podido encontrar en España medios de vida en los últimos años, sobre todo tras la crisis económica del país suramericano.

DESAPARECIDOS Zapatero agradeció a Kirchner su decisión reciente de crear una unidad especial para investigar los casos de desaparecidos españoles durante la dictadura militar argentina, señal de gratitud que el mandatario suramericano justificó en su voluntad de aclarar los crímenes cometidos en esos años.

Kirchner aprovechó la conferencia de prensa para explicar con lujo de detalles las medidas que ha ido adoptando su Gobierno para estabilizar el camino de la recuperación. Dijo que existen excelentes oportunidades de inversión y citó como ejemplo el notable crecimiento de usuarios de telefonía móvil, situación de la que se está beneficiando la compañía Telefónica.

El presidente argentino dijo haber percibido en los empresarios españoles, con quienes mantuvo intensas reuniones, una buena disposición. Y aseguró que las relaciones son mucho mejores que durante la crisis.

En los últimos meses se han producido tensiones entre algunas empresas españolas por los efectos que puedan tener las medidas económicas que está adoptando el Gobierno argentino.