José Luis Rodríguez Zapatero planteó una reforma no polémica de la Constitución, a la que será difícil oponerse. En la conmemoración del Día Internacional de las Personas Discapacitadas, anunció que propondrá sustituir en la Carta Magna el término "disminuido" por el de "discapacitado", y alertó de que el cambio tendrá el apoyo de todos.

En opinión del presidente, no hay disminuidos, sino personas discapacitadas que tienen los mismos derechos. En el Centro de Atención a Minusválidos Físicos de Leganés (Madrid), el presidente concretó que esta Navidad tomará "cava catalán y turrones", con el anteproyecto de la ley de autonomía y dependencia personal ya aprobado por el Consejo de Ministros.

El artículo 49 de la Constitución, que Zapatero propone modificar, establece que los poderes públicos realizarán una política de rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos. El cambio satisfará a los afectados y a su entorno. De ahí que esta vez, sin la trascendencia de otras reformas de la Carta Magna, como la del Senado, al PP no le será fácil regatear su apoyo.

La modificación del artículo 49 de la Constitución no exige mayoría reforzada. Pero nada impide que acabe formando parte del paquete de cuestiones que se sometan a referendo, cuando los ciudadanos se pronuncien sobre el cambio en la sucesión a la Corona, para que pueda heredarla una mujer. Propuestas como la anunciada ayer quitarían hierro a esa pregunta.

EL LEXICO Las palabras también tienen importancia, proclamó Zapatero, "y no podemos consentir en el 2005 que la Constitución se refiera a las personas con discapacidad como disminuidos".

El jefe del Ejecutivo reescribió los parámetros que describen posiciones de liderazgo mundial en términos de solidaridad. Afirmó que un país tiene más prestigio en función de la atención que presta a los más desfavorecidos.