José Luis Rodríguez Zapatero es partidario de que sea el Congreso de los Diputados el que rechace el plan Ibarretxe . Seguro de que una amplia mayoría del órgano que representa la soberanía española está por frenar la propuesta soberanista vasca, el presidente no cree conveniente traspasar el conflicto político a los jueces, es decir, recurrir el plan ante el Tribunal Constitucional. El alto tribunal intervendría al final del proceso, sólo si Juan José Ibarretxe insiste en llevar adelante un plan que ya hayan rechazado las Cortes.

Esa es la estrategia que ha comunicado Zapatero a sus colaboradores. Y para la que recabará el apoyo del PP. Lo hará en una entrevista con Mariano Rajoy en la Moncloa, previsiblemente la próxima semana. En esa cita, el jefe explicará al líder de la oposición que un debate en el pleno del Congreso es el escenario propicio para que el PP y el PSOE expliquen a la ciudadanía las razones por las que rechazan el plan Ibarretxe . "No estamos dispuestos a eludir el debate", confirmó ayer el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, quien defendió que la discusión en el pleno dejará en evidencia que el plan es "inconstitucional" y además "deja a Euskadi aislada, fuera de España y de la UE".

Para que ese pleno del Congreso se produzca, el proyecto de nuevo estatuto que remite el Parlamento vasco deberá pasar un primer trámite de admisión en la Mesa del Congreso. El PP no es partidario de aceptar su tramitación, porque opina que es un plan inconstitucional. El PSOE quiere dejarlo llegar al pleno para que sea allí donde se rechace su tramitación como ley.

El PP ni siquiera es partidario de que Zapatero escuche al lendakari en la Moncloa. La presidenta de los populares vascos, María San Gil, declaró ayer que aceptar ese encuentro es una muestra de falta de firmeza por parte del presidente. Rajoy, en Abc , llamó a una respuesta contundente del Ejecutivo, al que acusó de "candidez".