El Tribunal Constitucional (TC) se ha quedado solo ante el peligro. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que hasta ahora había defendido la legitimidad incontestable del tribunal, dio ayer un golpe de timón a través del grupo socialista en el Senado y dejó a los miembros actuales del tribunal en una situación cada vez más insostenible. Aprovechando la comparecencia del presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, en la Cámara alta para reclamar la renovación urgente del TC, el PSOE anunció que hoy mismo reactivará el proceso para desbloquear la designación de los sustitutos de los cuatro magistrados cuyo mandato acabó en diciembre del 2007.

La votación, postergada durante tres años, se podría celebrar ahora en un mes y los socialistas están dispuestos, en última instancia, a levantar incluso el veto sobre los dos únicos candidatos propuestos por el PP. Un giro copernicano que desde el PSC fue interpretado no solo como un aval a las tesis de Montilla sobre la ilegitimidad del tribunal, sino como la estocada de gracia a la posibilidad, todavía abierta, de que haya sentencia sobre el Estatut antes de las elecciones catalanas de otoño.

NEGOCIACIONES DISCRETAS El entorno del presidente catalán celebró ayer la noticia como un gran triunfo. No solo por el día en el que se produjo, lo que permitió a Montilla sacar el máximo rédito a su presencia en el Senado, sino porque el desbloqueo de la renovación se ha negociado en las últimas semanas, según las mismas fuentes, entre dirigentes del PSC y el PSOE, siguiendo las consignas de "discreción" marcadas por Zapatero. La oficialización del pacto se vivió en la noche del pasado domingo en una cena en Madrid en la que participaron, entre otros, Montilla, el vicepresidente tercero del Gobierno español, Manuel Chaves, y la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, miembro del núcleo duro de Zapatero.

El nuevo escenario que se abre cumple también la premisa consensuada por Zapatero de ganar tiempo, a la espera de que lleguen momentos "más tranquilos", y de evidenciar que el PP es el culpable del entuerto. El calendario que el PSOE iniciará hoy pidiendo la convocatoria de la comisión de nombramientos del Senado para presentar en ella a los candidatos, sitúa la votación en sesión plenaria de los escogidos a finales de junio.

Antes de que llegue ese momento, el PSOE insistirá en su rechazo a los dos únicos candidatos designados por el PP en todas las autonomías, alegando que esa estrategia desnaturaliza el "espíritu" de una ley que buscaba implicar a los gobiernos territoriales para "despolitizar" la composición del tribunal.

MAGISTRADOS DEL PP Tampoco contribuye a garantizar la imparcialidad del TC la trayectoria de los magistrados elegidos por los populares, Francisco José Hernando y Enrique López, ubicados en el ala más dura del sector conservador de la judicatura. Ambos se han manifestado en contra de la constitucionalidad del Estatuto catalán.

Para completar la jornada, el Gobierno catalán y CiU registraron la proposición pactada para reformar la ley que regula el tribunal. El texto no es asumible por el PSOE, pero votará a favor de que se debata siguiendo la misma táctica dilatoria: que parezca que todo se mueve, sin que se mueva nada.