El objetivo del Gobierno es enfriar el debate del Estatut. Ayer lo dejó claro José Luis Rodríguez Zapatero al pedir de nuevo "sosiego" a los partidos. Pero está cada vez más lejos de lograrlo. Y su respuesta de ayer en el Senado a una pregunta de CiU tampoco contribuirá mucho a ello. De los cuatro puntos pactados por José Montilla y Artur Mas, rechazó tres, aunque no cerró la puerta a abordar alguno de ellos en un futuro indeterminado. Pero lo que quedó claro es que, por ahora, no habrá renovación del Tribunal Constitucional (TC), ni reforma de la ley que lo regula, ni el presidente es partidario de que el tribunal se declare incompetente para juzgar el Estatut.

SIN OPINION Interpelado por Jordi Vilajoana (CiU), Zapatero se mostró inicialmente partidario de aplazar la valoración del acuerdo Montilla-Mas.

De la reforma de la ley orgánica que impediría la continuidad de los magistrados caducados, admitió que "se puede hablar", pero acto seguido precisó que, "a día de hoy, es mejor" dejar que "las cosas funcionen como están en el ordenamiento". "Cualquier otro paso debilitaría la credibilidad de lo que hemos hecho", argumentó. En la misma línea, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, recordó desde Nueva York que la ley del Constitucional "es muy reciente", informa Idoya Noain. "La reformamos la pasada legislatura para dar entrada a las Comunidades Autónomas", dijo.

Sobre la renovación de los jueces, bloqueada en el Congreso y el Senado, Zapatero adelantó que solo actuará "cuando las condiciones sean asumibles para hacerlo", y dejó claro que estas no se dan ahora porque "las peores condiciones para llegar a un acuerdo con el PP es que esté sometido día tras día a debate público". "Es necesario que haya un cierto sosiego y discreción para que se produzca la renovación del Tribunal Constitucional", insistió, y volvió a mostrar su estupefacción por el debate "generado por una no sentencia". "No quiero ni imaginarme si ya hubiera habido sentencia qué debate tendríamos", advirtió.

La demanda de incompetencia la despachó en dos frases. Es una "cuestión de alcance en la ciencia constitucional", reconoció, pero recordó que "el constituyente optó" y, por tanto, hay que "respetarle". En su respuesta, Zapatero no olvidó defender, una vez más, la constitucionalidad del Estatut, pero también la plena legitimidad del Constitucional, así como los tiempos ("la media histórica es de cuatro años") en los que dicta sentencia.

VOTACIONES Por el momento, si CiU presenta la propuesta de reforma de ley del TC en el Congreso por su cuenta, como parece que va a pasar, el PSC votará en contra junto al PSOE. Si se presenta en el Senado, donde el PSC cuenta con grupo propio junto a ERC y ICV, será el momento de intentar convencer, con la propuesta en la mano, a sus correligionarios.