El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, se enzarzaron ayer en un encendido debate en el Congreso de los Diputados a cuenta del problema de la inmigración ilegal. El dirigente del PP echó en cara al jefe del Ejecutivo las críticas que distintos dirigentes europeos han hecho a España por su supuesta falta de firmeza ante la llegada masiva de sin papeles . Zapatero replicó que no le "valen" las lecciones de otros países, y en concreto las del ministro de Interior francés, Nicolás Sarkozy, después de los graves disturbios ocurridos en París por la dura situación de los inmigrantes en el país vecino.

Aunque Rajoy citó las críticas que han dirigido al Gobierno español una larga lista de ministros de diversos países, el presidente del Gobierno centró sus reproches en Sarkozy, consciente de que el actual titular de Interior francés y aspirante a la presidencia de la República es uno de los más fervorosos aliados del PP. Existe además otro motivo para el ataque directo, y es que por la frontera francesa ingresan en España el 60% de los inmigrantes ilegales, según fuentes oficiales. Precisamente, Sarkozy participará mañana en Madrid en un encuentro de los ministros de Asuntos Exteriores e Interior de los países mediterráneos de la Unión Europea para abordar el fenómeno migratorio.

REPATRIACIONES Zapatero negó que existan críticas "de unos gobiernos a otros" respecto al problema de la inmigración. Por el contrario, aseguró que el clima es de "cooperación". Por su parte, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, dijo en la sesión de control que el Gobierno ha procedido hasta la fecha a 72.000 repatriaciones, 15.000 al Africa subsahariana. De la Vega replicaba así a las críticas populares. La vicepresidenta señaló que el Gobierno dedica 36 veces más presupuesto a las políticas de acogida que los gobiernos del PP.