El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, empezó ayer sus vacaciones de verano en Menorca lanzando un mensaje a los nacionalistas y los partidos que, como Izquierda Unida, se debaten entre el no o la abstención en el referendo de la Constitución europea. El jefe del Ejecutivo manifestó que estas formaciones políticas deberían revisar su posición.

En un encuentro informal con la prensa con motivo del inicio de su veraneo en Menorca, Zapatero también admitió su preocupación por el abstencionismo que puede registrar el referendo en España. El presidente afirmó que se tiene que trabajar y hacer un esfuerzo para fomentar la participación. En este sentido, destacó el aliento que han dado las últimas encuestas del CIS, que apuntan a un respaldo mayoritario de los españoles al nuevo proyecto europeo.

GIBRALTAR A Rodríguez Zapatero también le tocó volver a lidiar con la tormenta Gibraltar. Y si el miércoles, día de la celebración, criticó por inadecuados los fastos por el 300º aniversario de la ocupación británica, ayer reforzó posiciones y dijo que en Gran Bretaña también se han visto desmesurados.

El presidente llegó a Menorca asegurando que alternará el descanso y el trabajo. Además de verse con el presidente balear, Jaume Matas, y el comisario europeo Joaquín Almunia, Zapatero aseguró que se ha llevado deberes porque le espera un curso intenso que empezará girando sobre tres grandes ejes. Se trabajarán los presupuestos del Estado --los primeros que acomete el Gobierno socialista--, y se llevará a cabo una "cascada legislativa" que irá encaminada a la equiparación de derechos entre hombres y mujeres. El tercer punto será el inicio del diálogo social entre Gobierno, sindicatos y patronal. Este frente, dijo Zapatero, irá encaminado a la lucha contra la precariedad laboral.

Preguntado sobre su valoración del funcionamiento de la comisión parlamentaria del 11-M, el presidente toreó la cuestión y centró sus palabras en las víctimas. Zapatero, que censuró la utilización política del dolor, aseguró que él se marchó el último del palacio de El Pardo el día que se encontraron con las víctimas y que sabe perfectamente qué sienten y qué necesitan. En este sentido, confesó que tiene planeado recibir a las familias.

EL TALANTE El presidente --aunque veladamente-- también dedicó algunas palabras a Mariano Rajoy. A propósito del talante, Zapatero aseguró que las críticas de la oposición a un Gobierno que empieza no llegan a la gente. Uno debe ganarse credibilidad en el conjunto de la sociedad y no sólo en su partido, afirmó. Según él, los políticos van a velocidad de avión, mientras que la gente apenas camina a cinco kilómetros por hora.