El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer, si accede a la presidencia del Gobierno, a impulsar una ley "enormemente estricta" que recorte el gasto de las campañas institucionales. La promesa se produce un día después de que la Junta Electoral Central (JEC) propinara un duro correctivo al Gobierno popular al ordenarle la suspensión inmediata de la campaña del Ministerio de Trabajo sobre su gestión.

Zapatero formuló su propuesta durante una entrevista en Catalunya R dio, y garantizó que no se podrá "usar dinero público en mera propaganda". Asimismo, acusó al Gobierno del PP de "abusar" de las instituciones "en beneficio de sus siglas". Zapatero estuvo ayer en Barcelona donde aprovechó para visitar el F²rum de las Culturas, acompañado del alcalde, Joan Clos, y del primer secretario del PSC, José Montilla.

La JEC, órgano de control de los procesos electorales, ordenó el martes detener la campaña publicitaria de Trabajo después de que los socialistas la hubieran impugnado alegando que el ministerio de Eduardo Zaplana había vulnerado la ley al emitir la propaganda sobre las mejoras de la protección social a los autónomos en plenos comicios.

El BOE publica en su edición del 10 de enero la resolución según la cual el Ministerio de Trabajo había concedido en diciembre a la empresa publicitaria Publicis España la realización de una campaña para un plan global de comunicación por un importe de adjudicación de 22,2 millones (3.685 millones de pesetas). La resolución aclara que el plan se destina a 2003 y 2004.