Camino a Washington. José Luis Rodríguez Zapatero exhibió ayer la satisfacción de un logro que sitúa por primera vez a España en uno de los foros de representación mundial, en el G-20, tras la ayuda del presidente francés, Nicolas Sarkozy. Pero en su camino hacia la cumbre financiera del próximo fin de semana en la capital federal de Estados Unidos, el presidente del Gobierno quiere hacer partícipes a los agentes sociales y al jefe de la oposición. Zapatero aseguró que se reunirá con empresarios y sindicatos y se entrevistará en los próximos días con Mariano Rajoy para abordar la cumbre de Washington, en la que se pretende reformar los organismos financieros internacionales.

Zapatero se anticipó, así, a cualquier crítica por parte del PP, que ha rechazado en todo este proceso la forma en la que el presidente del Gobierno buscaba apoyos entre la comunidad internacional. El presidente habló ayer mismo con Rajoy para pedirle el encuentro que debe servir para buscar medidas comunes en el árduo trabajo que ahora comienza para reformar los organismos financieros.

AGENDA POLITICA Pero con esa iniciativa, Zapatero trata de desactivar al presidente del PP, que vuelve a estar a remolque de la agenda política del Gobierno. El presidente lleva tres semanas de actividad frenética con la que ha buscado situarse al frente de la crisis, y en la que el asunto de la cumbre de Washington se había convertido en una pieza esencial de su proyecto, a pesar de que el Ejecutivo era consciente de que un fracaso hubiera sido aprovechado con deleite por el PP.

Con la sonrisa de sus colaboradores y la sensación de que esta vez la operación política y diplomática ha resultado satisfactoria, Zapatero compareció ayer en La Moncloa para dejar claro que la cumbre del próximo fin de semana debe ser un primer paso para que España se consolide en los foros internacionales de los países con más poder en el mundo. Lo calificó de "éxito como país, que en 30 años de democracia ha protagonizado un cambio brillante". Pero no olvidó el presidente a Sarkozy, quien desde el primer momento dejó la puerta abierta a España ofreciendo una de las dos sillas que Francia tiene ahora en el G- 20, como miembro del G-8 (los países más industrializados del mundo) y como país que ocupa la presidencia de la Unión Europea. Zapatero también se acordó del presidente de EEUU, George W. Bush, anfitrión, al fin y al cabo, de la cumbre de Washington y al que podría acabar viendo después de una relación desastrosa en sus cinco años de presidente. "Los dos han sabido reconocer la realidad de España y se han comportado como amigos", aseguró, agradeciendo especialmente al presidente francés y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, sus gestiones.

Pero, ¿será flor de un día? Zapatero, solemne, rechazó que la solución aportada por Francia sea un demérito para España e insistió en que ocupará una plaza en la cumbre "como octava potencia del mundo", y por la experiencia española en el ámbito financiero, cuyo modelo podría ser incorporado en las reformas que se pretenden acometer.

PRIMER PASO La presencia de España en el G-20 debe ser, a juicio del presidente, un primer paso para "consolidar" una posición internacional que también el expresidente José María Aznar buscó con decisión, aunque no pudo, finalmente, lograrlo.

La cuestión es que, en cualquier caso, todos esos foros internacionales que han protagonizado en los últimos años los países más ricos del mundo pueden verse modificados ante una situación internacional que ha cambiado por completo.

A eso se agarró ayer Zapatero, destacando que en la cumbre de Washington "se discutirá sobre contenidos, sobre las necesarias reformas y la exigencia de que exista una mayor supervisión, pero también saldrá una metodología de trabajo para llevar a cabo las reformas, y lógicamente también habrá que evaluar los formatos y los grupos que existen". ¿Conclusión? "Si trabajamos bien como país, más allá de la cumbre del día 15 consolidaremos nuestra posición como un actor global relevante", sentenció, dejando claro que ahora todo es posible.