José Luis Rodríguez Zapatero está pasando esta mañana en Estrasburgo (Francia) su último examen sobre su trabajo como presidente rotatorio de la Unión Europea. El presidente del Gobierno español ha abierto el debate en el Parlamento con un discurso en el que ha hecho un balance positivo de sus gestiones por su "lealtad" al Tratado de Lisboa y por "el avance sustancial" en el gobierno económico, con unos mecanismos que permiten aplicar sanciones a los países que no cumplan los objetivos.

El jefe del Ejecutivo ha explicado que la crisis económica obligaba a diseñar una política económica común y bajo la presidencia española se han conseguido "resultados de gran calado" y puso como ejemplo el rescate de Grecia y la creación del fondo de estabilización financiera de 750.000 millones euros. Zapatero también se felicitó por el "paquete de nueva regulación financiera".

El presidente español no ha desaprovechado la ocasión para destacar el acuerdo para publicar las pruebas de solvencia de los bancos, un pacto que se logró hace dos semanas a iniciativa suya.

LAS CUMBRES ANULADAS

Zapatero no ha obviado las dos cumbres que se cayeron del calendario previsto: con EEUU y con todos los países que componen la Unión por el Mediterráneo. En el primer caso, ha señalado los "acuerdos de gran trascendencia" alcanzados con Washington en la lucha contra el terrorismo, en el intercambio de datos bancarios (swift) y el llamado de "cielos abiertos", que supone la liberalización del tráfico aéreo entre los dos lados del Atlántico.

En el segundo caso, ha asegurado que la anuló por la falta de diálogo directo entre israelís y palestinos y también por el "riesgo de gracaso" para la Unión Europea.