Arreglado el entuerto de Kosovo con unas declaraciones del vicepresidente Joe Biden que parecían sacadas de un sueño de José Luis Rodríguez Zapatero (España es uno de los socios "más importantes" de Estados Unidos), el jefe del Ejecutivo inicia una semana grande diplomática que rematará con la reunión con Barack Obama.LONDRES: EL G-20

Ayudas a organismos multilaterales

Cada vez más a menudo, Rodríguez Zapatero cita en sus discursos como un éxito sin precedentes la inclusión oficiosa de España en el G-20. El presidente del Gobierno está orgulloso de haber logrado entrar en ese club de elegidos que intenta coordinarse para sacar a la economía internacional del atolladero.

Hoy empieza la segunda reunión --por primera vez con el nuevo líder de EEUU--, en la que España defenderá la dotación de más recursos al Fondo Monetario Internacional (FMI), para que pueda ayudar con créditos a los países en apuros de Latinoamérica y Europa del Este. El Ejecutivo español es partidario de hacer lo propio con el Banco Mundial --con cuyo presidente se reunirá mañana Zapatero--, para que se vuelque con los países pobres.

El Gobierno está en contra de recurrir a medidas proteccionistas para desactivar las protestas sociales. En cuanto a la pregunta "plan de estímulo, ¿sí o no?", Zapatero prefiere dar tiempo a las iniciativas aprobadas. Gordon Brown le pidió el sábado en Chile una actitud contemporizadora en este asunto, que supone la principal grieta entre la Europa continental y EEUU.

ESTRASBURGO: LA OTAN

Cómo colaborar contra los talibanes

La cumbre de este año de la Alianza Atlántica estará monopolizada prácticamente por la nueva estrategia de EEUU para Afganistán y Pakistán, que Obama presentó el viernes.

Miguel Ángel Moratinos ya adelantó el sábado que España está estudiando una propuesta francesa para enviar guardias civiles para instruir a la policía afgana, pero independientemente de esta aportación y del posible envío de refuerzos para colaborar en las elecciones de agosto, el Gobierno tendrá que dar pronto una respuesta a la demanda de Obama. El líder estadounidense pide "responsabilidad compartida" a sus aliados y España está incluido en ese paquete.

El nuevo mandatario de EEUU no ha querido hacer peticiones concretas a sus socios y ha sugerido que, si no pueden colaborar en el campo militar, lo hagan en el civil. Zapatero, quien, pese a la situación de inseguridad del país, siempre ha subrayado el "carácter civil" de la misión, no ha desvelado si elevará el número de soldados (780). Además, puede que en esta reunión Zapatero tenga que seguir dando explicaciones a sus aliados por la gestión de la salida de Kosovo.

PRAGA: CITA CON EEUU

La foto que resarcirá cincos años de espera

Después de que Obama citara dos veces a Zapatero en los debates con John McCain, todo hacía presagiar que la relación entre ambos, tras cinco años de distanciamiento con George Bush, iba a ser buena. El presidente español tenía el viento a favor. Obama apuesta por el multilateralismo, la legalidad internacional, por la lucha contra el cambio climático... Algunos, como el Corriere della Sera, hasta ven en el demócrata a un Zapatero al otro lado del charco. Sin embargo, el resbalón de Carme Chacón con Kosovo ha enturbiado ese comienzo. El domingo, en Praga (donde se celebrará la cumbre UE-EEUU), y tras haber dado las explicaciones oportunas a Biden en Chile, Zapatero mantendrá la primera reunión con Obama. La crisis, el cambio climático y la colaboración en Latinoamérica centrarán el encuentro.

ESTAMBUL: DOS CITAS

Profundizar los lazos con un país relevante

Tras la cita histórica en Praga, Zapatero acudirá por la tarde a Estambul, para celebrar la primera reunión de alto nivel con Turquía. El Gobierno elevó el año pasado al máximo el nivel de relaciones con este país, donde al día siguiente se celebrará el segundo foro de la Alianza de las Civilizaciones. La participación de Obama sigue siendo un misterio. El líder de EEUU ha querido que Turquía --con un papel cada vez más relevante en la región-- sea el primer territorio musulmán que pise como inquilino de la Casa Blanca y estará en el país esos días. El Gobierno español marca distancias con la organización del acto, que recae en los turcos, y asegura que se conforma con que EEUU se implique más en la Alianza.