La rebelión del PP contra la subida del IVA dio ayer a José Luis Rodríguez Zapatero munición para volver a situar a los populares españoles en la ultraderecha. Zapatero recurrió a la comparación con los partidos de centroderecha que gobiernan en buena parte de los países del resto de Europa y calificó de "impensable" una posición similar frente a una decisión "democrática" aprobada en el Parlamento (la subida impositiva está incluida en los presupuestos del 2010).

El jefe del Ejecutivo español aprovechó el discurso de clausura del congreso extraordinario de los socialistas andaluces para insistir en la defensa de su plan económico para salir de la crisis sin recortar el gasto social.

"Me piden que haga recortes en ese apartado. Y también medidas impopulares y sacrificios, pero ellos no hacen nada", dijo, en referencia al rechazo del principal partido de la oposición al aumento de la presión fiscal. Así, Zapatero crítico primero la insolidaridad patriótica del PP: "Así es como arriman el hombro y se sacrifican para que España salga de la crisis".

Y de paso, aprovechó para hurgar en la herida de la falta de liderazgo de Mariano Rajoy ante las salidas de tono de Aguirre. "Y encima, Esperanza le dice a Rajoy que vaya el primero a firmar contra la subida del IVA. Y conociéndole, irá", ironizó.