Un mes y medio después del atentado de ETA en el aeropuerto de Madrid-Barajas, José Luis Rodríguez Zapatero escogió la capital vasca, Vitoria, para exponer por primera vez en público su estrategia para Euskadi, que sintetizó en cinco principios. El presidente dijo mantener "intacta" su determinación por la paz y su apuesta por un acuerdo "plural" entre partidos para diseñar el futuro del País Vasco, pero avisó de que no dará ni un paso adelante mientras subsistan "la violencia o la amenaza de violencia". A Batasuna le dejó bien claro que para concurrir a las elecciones del 27 de mayo deberá cumplir la ley de partidos y "rechazar la violencia".

El escenario elegidoZapatero lanzó este mensaje a ETA y al mundo aberzale durante la clausura de la convención municipal y foral del Partido Socialista de Euskadi (PSE), que reunió en el Centro Cívico de Europa a unos 2.000 cargos y militantes socialistas.

Entre ovaciones que interrumpían su intervención, el jefe del Ejecutivo puso de manifiesto que no cuenta con el PP de Rajoy para sus planes. Las dos veces que se refirió a los populares fue para criticarlos por utilizar a las víctimas del terrorismo y por llevar a los tribunales a los dirigentes socialistas vascos Patxi López y Rodolfo Ares por dialogar con líderes de la ilegalizada Batasuna. En cambio, expresó su "respeto" al lendakari.

El presidente comenzó dirigiéndose a ETA. Le transmitió que, para hablar de paz, hay que "olvidar para siempre" la violencia. A continuación desgranó tres principios de contenido político, dirigidos a la izquierda aberzale, a la que avisó de que, si quiere concurrir a las elecciones, deberá aceptar "todas" las leyes, incluida la ley de partidos. Ello implica, dijo, "rechazar la violencia". Zapatero se hizo así eco de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que permite a los partidos expresar su compromiso con la democracia mediante el rechazo genérico de la violencia, sin tener que pronunciar una condena expresa y formal del terrorismo.

Seguidamente reafirmó el presidente la vigencia de la denominada mesa de partidos, foro de debate sobre el futuro de Euskadi ya prevista en el proceso de paz roto por ETA. "El futuro es el acuerdo plural entre partidos, decidido por los ciudadanos en el marco de la Constitución y la ley", dijo. Sin embargo, advirtió a renglón seguido de que no hará el menor movimiento en favor de ese acuerdo mientras subsista la violencia o la coacción. Por último, reiteró su determinación por lograr la paz "uniendo a todos los partidos vascos y a toda la ciudadanía". "Solo así trabajo como presidente del Gobierno", concluyó.

"Valientes de buena fe" Dedicó palabras emocionadas a sus copartidarios de Euskadi, con Patxi López a la cabeza. "La historia la construyen los valientes de buena fe, y el PSE está repleto de ellos", proclamó. Les dio las gracias por "combatir el odio" y por "soportar" a los que "incomprensiblemente" los llevan a los tribunales "simplemente por buscar la paz".