El presidente del Gobierno insistió ayer, una vez más, en acogerse a su optimismo antropológico. Esta vez, en materia económica. José Luis Rodríguez Zapatero sostuvo que, pese a las negras previsiones que el propio Ejecutivo reformuló el viernes pasado en cuanto al déficit y al paro, "lo más duro de la crisis económica ha pasado ya" y la recuperación va a ser progresiva, hasta llegar al 2011 "con un crecimiento positivo".

Zapatero hizo estos vaticinios para salir al paso de las críticas del líder de la oposición. En la sesión de control al Gobierno, Mariano Rajoy reprochó al Ejecutivo que no hiciese públicas las perspectivas económicas y el anuncio sobre la subida de impuestos hasta después de las elecciones europeas. "Un engaño más", concluyó.

El presidente del PP, además, reprochó que el aumento de los impuestos de los hidrocarburos y el tabaco representa "una bofetada a las clases medias y a los trabajadores" que, a su juicio, va a retrasar la recuperación.

AUMENTO O ACTUALIZACION Frente a ello, Zapatero aseguró que, pese a este anuncio, su Gobierno ha rebajado la presión fiscal en conjunto. En este sentido, puso como ejemplo la rebaja del IRPF y la del impuesto de sociedades, así como la supresión del impuesto de patrimonio, para concluir que la presión impositiva ha descendido en un 2% del PIB.

El presidente también reprochó al PP su "demagogia", porque durante los gobiernos de los populares a las subidas de impuestos las llamaron "actualizaciones". Eso sí, el jefe del Ejecutivo no contestó a la pregunta precisa de Rajoy sobre si tiene intención de seguir incrementando los impuestos durante este año. Una posibilidad no descartada por la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado.

La cuestión de la fiscalidad va a tener cierta repercusión en la política de alianzas del Gobierno socialista cara a tejer una mayoría para aprobar los próximos presupuestos generales del Estado y, la próxima semana, las previsiones del techo de gasto para el 2010.