Batasuna tendrá que esperar. Al menos hasta que el primer encuentro del Gobierno con ETA dé frutos para la paz definitiva. José Luis Rodríguez Zapatero condicionó ayer en Nueva Delhi (India) la constitución de la mesa de partidos vascos y la integración del partido que lidera Arnaldo Otegi en ese foro a que el diálogo con la banda "concluya positivamente". El presidente afronta con moderado optimismo la negociación para buscar el fin definitivo de la violencia, cuyo primer encuentro aún no se ha producido, reveló. Y aunque ya ha designado a los interlocutores gubernamentales, la "cautela" que exige una "cuestión tan transcendente" le impide revelar sus identidades y decir cuántos son.

Zapatero se avino ayer en un encuentro con la prensa en la embajada española en Delhi a concretar su alusión al "acuerdo político de convivencia" en Euskadi. En el discurso en el que anunció la apertura del diálogo con ETA, el jefe del Ejecutivo prometió respetar la "decisión de los vascos" sobre su futuro, lo que está siendo interpretado por Batasuna como la aceptación del derecho de autodeterminación. El presidente fue tajante: "No se puede poner sobre la mesa lo que no existe". "Lo más importante para mí --dijo-- es que exista el reconocimiento de que un acuerdo político en Euskadi exige aceptación de la pluralidad. Si esas son las bases del diálogo, empezará bien y será un cambio notable con lo que hemos vivido en los últimos tiempos".

CUESTIONES DISTINTAS Pero ese diálogo político en que Batasuna se integraría --si antes "hace lo que sabe que tiene que hacer a través de la ley de partidos"-- no es inmediato. "Va a exigir mucho tiempo", advirtió el presidente, que dijo que por ahora "la primera tarea del Gobierno es que el dialogo que va a abrir con ETA concluya positivamente".

El presidente tiene decidido "agotar la legislatura vaya como vaya el proceso de paz". Ayer aseguró que no quiere someter a plebiscito el intento de lograr la paz. Ni lo convertirá en una plataforma para hacerse con la mayoría absoluta si el diálogo con la banda progresa, ni asume que un fracaso en las negociaciones de paz le obligue a convocar elecciones. "El Gobierno no debe trasladar los problemas a los ciudadanos, sino resolverlos. Las fuerzas políticas deben saber cómo resolver una cuestión tan difícil, tan trascendental, de Estado, como es la búsqueda de la paz", zanjó ayer cuando se le apuntó la posibilidad de apoyarse en las urnas para emprender el diálogo con ETA.

LOS HECHOS ATRAERAN AL PP Ni siquiera la posición "poco alentadora" del Partido Popular le mueve a ello. "Trataremos de ganar la voluntad del PP con la fuerza de los hechos", declaró un Rodríguez Zapatero que dijo tener "mucha información, aunque nunca es suficiente" para poner muchas esperanzas en el resultado del diálogo: "Estamos mejor que hace un año y mucho mejor que hace dos años, y hay más expectativas que nunca para pensar en lograr el fin de la violencia".

Deberán ser los resultados del diálogo con ETA los que reconduzcan al PP hacia el apoyo al Gobierno que Mariano Rajoy le retiró el pasado 6 de junio. Porque hasta ahora, Zapatero no ha vuelto a hablar con el líder del PP, según confirmó ayer. No lo hizo antes de anunciar la apertura de la negociación con ETA "para no forzar una situación sin salida" y hasta el momento no ha visto al PP "encontrar ningún elemento positivo" en su intento de lograr la paz, lo que aventura que esa incomunicación se mantendrá hasta que el PP cambie de actitud.