El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha comenzado ya a explorar de primera mano la disposición que pueda tener CiU a convertirse en el nuevo "socio preferente" del PSOE que garantice su estabilidad parlamentaria en el Congreso. Zapatero da por hecho, ante quien quiera oírle, que el líder de los socialistas vascos, Patxi López, será el nuevo lendakari, lo que acarreará para el Ejecutivo la pérdida del respaldo del PNV en el Congreso. Los contactos con dirigentes de la federación catalana empezaron el mismo lunes.

El presidente de CiU, Artur Mas, alertó este lunes de que los nacionalistas no serán "el salvavidas" de quien les ha abocado a la oposición en la Generalitat, en alusión al PSOE. Aun así, los sectores de CiU más proclives al acuerdo se muestran dispuestos a escuchar a Zapatero. Eso sí, fijan tres condiciones: un pacto de financiación satisfactorio para Cataluña; el compromiso del Gobierno con un ágil desarrollo del Estatut; y, a corto plazo, un plan anticrisis que incluya medidas fiscales, laborales y presupuestarias.

Por su parte, el portavoz de IU-ICV en el Congreso, Joan Herrera, planteó ayer al PSOE que constituya una "mayoría de izquierdas" como alternativa a sus acuerdos con el PNV. También el portavoz de ERC, Joan Ridao, recordó ayer al PSOE que los republicanos están dispuestos a "jugar el partido" de los pactos con Rodríguez Zapatero.