Tercer paso de Batasuna en la dirección correcta en dos meses. José Luis Rodríguez Zapatero valoró ayer en Ponferrada (León) el giro mostrado por Arnaldo Otegi, que ayer reconoció que "el Estado español no tiene que pagar un precio político a ETA ni a Batasuna para lograr el fin de la violencia". No es la primera expresión de buena voluntad de Batasuna desde que ETA dinamitó el proceso de paz con una bomba en Barajas el pasado 30 de diciembre. Después de aquello, la izquierda aberzale declaró que abría "una profunda reflexión" interna y lanzó luego la propuesta política que busca una autonomía vasco-navarra, pero dentro del Estado español. Ayer, en una entrevista en La Vanguardia , Otegi aseguró también que "la independencia solo se puede construir desde vías pacíficas y democráticas".

Pese a los avances obtenidos, Zapatero exigió más. El jefe del Gobierno destacó que en la entrevista con el líder de Batasuna hay "elementos distintos a otros pronunciamientos tradicionales" del entorno etarra, pero exigió pruebas de que esos pasos preludian un "rechazo de la violencia" por parte de Batasuna y un "abandono" del uso de la fuerza por parte de ETA.

Objetivo electoralLa evolución de Batasuna en las últimas semanas, tras la sacudida del bombazo etarra, responde al objetivo de lograr la legalización para presentarse a las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo. La aplicación de la ley de partidos exige el "rechazo" de la violencia en el futuro, no la "condena" de las acciones violentas del pasado.

Ateniéndose a esa interpretación, Zapatero se cuidó ayer de referirse a las elecciones y a la posible concurrencia de la izquierda aberzale a las urnas, pero dejó claro que, para lograrlo, los de Otegi tienen que dar todavía muestras "creíbles, fehacientes y convincentes" de que solo apuestan por las vías democráticas para defender sus posiciones políticas y exigir a ETA que siga el mismo camino. "Lo esencial es que la democracia tenga la seguridad de que la izquierda aberzale rechaza la violencia y de que ETA está dispuesta a abandonar para siempre la violencia", resumió Zapatero.

El jefe del Gobierno no quiso avanzar si espera nuevos pronunciamientos por parte de ETA o de la propia Batasuna, aunque su reclamación de certezas sobre la voluntad de los terroristas puede presagiar un comunicado de la banda. Otegi asegura en la entrevista publicada ayer que "no hay alternativa" al proceso de paz, y que la fuerza que lidera hará "lo que haga falta para mantenerlo".

Sin embargo, la kale borroka no ha dejado de sembrar de destrucción las calles de Euskadi. Y el propio Otegi, junto a Joseba Permach y Pernando Barrena, participó el sábado en Bilbao en una manifestación ilegal convocada por los familiares de presos de ETA que se saldó con incidentes, varios contusionados por la carga policial para disolverla y la detención de Permach.

Una llamada de Batasuna a las juventudes radicales que participan en la kale borroka bastaría para frenarla. En este sentido, fuentes del Gobierno aclararon ayer que eso es lo que esperan de Otegi. "Nosotros apostamos por un proceso sin violencia de ninguna clase", asegura Otegi en las páginas de La Vanguardia , donde también reconoce que "lo que genera confianza son los hechos, no las palabras".