Fue el sábado 27 de octubre del 2007. Valencia. El presidente del PP, Mariano Rajoy, acababa de ser proclamado candidato del partido a las generales. Un par de horas después, su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, tomaba un café en esa ciudad con un grupo de periodistas. "Creo que tenemos posibilidades. Pero, si perdemos, no repetiré como portavoz. Ya he aguantado suficientes bofetadas. Me retiraré y abriré paso a los nuevos. Considero que eso es lo que tenemos que hacer muchos, pero cada uno....", apuntó entonces.

El resultado del 9-M hizo buena la peor de las hipótesis del político valenciano. Y, según confirmó ayer en un desayuno con la prensa, se va "de la primera línea" para mantenerse, al menos de momento, como un "diputado raso" del PP.

Su jefe de filas , Mariano Rajoy, conocía de antemano sus intenciones. El miércoles --el día después de que Rajoy convocara a su ejecutiva para proclamar que seguiría--, Zaplana mantuvo una larga conversación con él, en la que dejó claro que no aspiraba a ocupar ningún puesto en la mesa de la Cámara baja. ¿Y qué es lo quiere Zaplana? Por ahora, que haya autocrítica en su partido.

"LO MAS SENSATO" A su juicio, es momento de abrir en el PP una "etapa nueva" y aplicar una "nueva estrategia" de oposición, dado que la seguida en la última legislatura no ha dado los resultados esperados. Y cuando Zaplana sugiere modificar el rumbo , tiene en la cabeza cambios en las propuestas y en los rostros. "Es bueno fomentar la renovación", señaló, después de ratificar que él abre hueco "por ser lo más sensato y lo más conveniente".

Para saber, de manera oficial, quién será el elegido por Rajoy para sustituir a Zaplana en el Congreso, habrá que aguardar hasta el 26 de marzo, fecha en que se reunirá la junta directiva nacional del partido. Será entonces cuando se convoque el congreso del PP y se dé a conocer el nombre del portavoz. Mientras, los populares valencianos apuestan por Esteban González Pons, y los madrileños defienden la opción de Manuel Pizarro. No se descarta una tercera vía .

SILENCIO Por el momento, Rajoy guarda silencio al respecto. Ayer, se dedicaba a dar botes, a petición de su público, en el balcón del ayuntamiento valenciano. Le acompañaban, además de su esposa, la alcaldesa Rita Barberá; el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps y el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel. Cuando se le preguntó por la portavocía del Congreso, se limitó a decir que ya conocía la decisión de Zaplana y que le agradecía el trabajo en los últimos cuatro años. De su posible sustituto, ni mención.

Eso sí, Rajoy tiene apuntadas las características que, según le dijo Zaplana, debería tener su sucesor: gran peso político y capacidad para la negociación.