Hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades de todos. Pero el suministro de agua dulce no está distribuido en forma uniforme y muchas veces no se administra adecuadamente. Muchos países afrontan una escasez de agua cada vez mayor. Para 2025, 1.800 millones de personas vivirán en países o regiones donde la escasez de agua es absoluta, y dos terceras partes de la población mundial podrían sufrir condiciones difíciles. En algunas zonas, la disponibilidad de agua dulce de buena calidad se ha reducido por la contaminación de desechos humanos, industriales y agrícolas. Todos los días dos millones de toneladas de desechos humanos se eliminan en corrientes de agua. En los países desarrollados el 70% de los desechos industriales se eliminan sin tratamiento en el agua donde contaminan el suministro utilizable de agua. Desde 1900 se ha perdido la mitad de las tierras húmedas del mundo, nuestra fuente principal de agua dulce renovable. Es decisivo poner fin al deterioro de los ecosistemas de tierras húmedas transfronterizas a fin de garantizar un suministro estable de agua para el hogar, la agricultura y la industria.

El cambio climático sin duda repercutirá en los recursos hídricos y en su ordenación. Con el aumento de la temperatura es previsible que se modifiquen las pautas de la lluvia, y que aumente en muchas zonas el riesgo de inundaciones, según sequía y otros desastres relacionados con el clima. Ya se están derritiendo glaciares y campos de hielo, los inmensos depósitos de agua dulce almacenada en las montañas y regiones polares.

TRANSFRONTERIZO Casi el 40% de la población mundial vive en cuencas fluviales y lacustres comunes de dos o más países. En las 263 cuencas transfronterizas del planeta está comprendido el territorio de 145 países, y cubren casi la mitad de la superficie terrestre de la tierra. Los grandes depósitos de agua dulce también circulan silenciosos por debajo de las fronteras en los acuíferos subterráneos. Se conocen más de 270 acuíferos transfronterizos.

Algunos pronostican un futuro pleno de conflictos debido a que muchos países se encuentran en etapas distintas de desarrollo, tienen intereses económicos diversos y perspectivas políticas diferentes, y todos tratan de satisfacer sus necesidades de agua con recursos hídricos limitados. Pero la historia demuestra que la cooperación, no el conflicto es la respuesta común a las cuestiones de ordenación transfronteriza del agua. En los últimos 60 años se han suscrito casi 300 acuerdos internacionales en materia de recursos hídricos y sólo se registraron 37 casos de violencia entre países por el agua.

Requiere más trabajo mejorar y aplicar estos acuerdos internacionales. Además, hacen falta más acuerdos. De las 263 cuencas fluviales internacionales y sistemas acuíferos transfronterizos 158 carezcan de marco común de gestión.

Fomentar las oportunidades de cooperación en la ordenación transfronteriza del agua puede contribuir a fortalecer el respeto mutuo, el entendimiento y la confianza entre países, y promover la paz, la seguridad y el crecimiento económico sostenible.

Para la población de río arriba igual que para la de río abajo, todos estamos en la misma situación. Compartimos la responsabilidad de administrar las aguas transfronterizas para las generaciones de hoy y de mañana.