Extremadura produce el 10% del corcho destinado a tapones para vinos del mundo, con un valor en concepto de transformación próximo a los 100 millones de euros. En este sentido, la región está considerada como una de las mayores potencias mundiales en producción de corcho con un volumen anual de entre 22.000 y 25.000 toneladas.

Entre 800 y 1.000 personas trabajan en la comunidad autónoma en el descorchado y el mantenimiento de los alcornoques. A ellos hay que sumar otras 900 personas ocupadas en las diferentes empresas transformadoras. La zona de San Vicente de Alcántara y el suroeste de la provincia de Badajoz concentran la producción, el 85% destinada a tapones.