El centro de urgencias y emergencias 112 de Extremadura desactivó al mediodía de ayer la alerta por calor vigente durante las 24 horas anteriores, cuando las previsiones meteorológicas recogían temperaturas máximas que rondarían los 40º y mínimas por encima de los 22º.

Ayer, las tormentas que descargaron a lo largo de la mañana, si bien dejaron pocas lluvias, sí contribuyeron a enfriar algo el ambiente. Además, los vientos del oeste o suroeste ayudaron a aliviar el calor de los días anteriores.

De este modo, los termómetros descendieron en toda la región, aunque volvieron a superar los 30º. Así, Mérida volvió a ser la ciudad más calurosa de Extremadura, con 35,1º, cuatro menos que el miércoles. Mientras, en Badajoz se registraron 33,3º (cinco menos), en Cáceres 33,9º (dos menos), en Coria 32,3º (casi siete menos), en Navalmoral 32,5º (cinco y medio menos), en Almendralejo 34,3º (uno y medio menos), en Don Benito 35º (tres décimas más) y en Plasencia 31,7º (cinco menos).

MEJOR POR LA NOCHE En cuanto a las previsiones para los próximos siete días, el Instituto Nacional de Meteorología (INM) anuncia que las máximas seguirán descendiendo entre hoy y el lunes, aunque se mantendrán en torno a los 30º o más.

A partir del día 27 los termómetros iniciarán una nueva escalada paulatina, y el mes terminará con máximas de en torno a 32º o 33º en toda la región.

Sin embargo, donde se percibirá mejor el respiro que darán estos últimos días de junio será en las mínimas, que eran las que habían provocado la alerta sanitaria al fijarse por encima de los 22º, lo que suponía que en muchos lugares de Extremadura era muy difícil conciliar el sueño.

La predicción de Meteorología apunta a que las temperaturas nocturnas descenderán hasta los 16º o 17º en la mayoría de las localidades de la región, situación mucho más soportable.

Esta previsión supone que se volverá a valores térmicos mucho más normales para la época.

DISTINTOS PARAMETROS Respecto a las discrepancias entre los avisos por calor del INM y las alertas de Sanidad, el jefe del área de Predicción del Instituto Nacional Meteorología, Angel Rivera, indicó en declaraciones a Efe que estos dos organismos aplican parámetros distintos.

Así, Sanidad alerta cuando se prevé que las temperaturas superarán umbrales que pueden suponer que las personas se vean afectadas, ya que se trata de un sistema enfocado a proteger la salud pública.

Mientras, el INM da sus avisos cuando se alcanzan niveles anormalmente extremos y se percibe riesgo de que se vean afectados sectores como el de la producción de energía.

En todo caso, ayer ni en Extremadura ni en ninguna otra comunidad se habían decretado alertas por calor.

En cambio, sí se activaron en muchos lugares, sobre todo en la mitad norte de España y en algunas provincias andaluzas, las alertas por la aparición de tormentas que descargaron fuertes precipitaciones en lugares concretos. Extremadura quedó fuera la zona de influencia de este fenómeno, ya que el frente tormentoso que barrió la región desde primeras horas de la mañana descargó lluvias escasas, y no se prevén nuevas precipitaciones en los próximos días, salvo quizá en el norte.