El tipo de familia deudora que predomina en Extremadura es la denominada "expertos", que se caracterizada por la existencia de una estrategia de impago, mientras que a nivel de empresas destacan las "especialistas", que retrasan el abono de sus facturas habitualmente y no cumplen sus promesas.

Sólo el 13 por ciento de los particulares y el 17% de las empresas que no pagan sus facturas son realmente insolventes, mientras que el resto no regulariza sus impagos bien por desconocimiento o por discrepancias sobre el importe o bien porque no quieren.

Así se desprende de un estudio realizado en España por la multinacional sueca de servicios de gestión de crédito Intrum Justitia, que clasifica los deudores después de haber analizado a 2 millones de empresas y particulares españoles con impagos.

El director general de Intrum Justitia, Luis Salvaterra, señala que el porcentaje de insolventes ha aumentado no obstante en los últimos meses, debido al fuerte incremento del número de parados y al cierre continuo de empresas.

Sin embargo, entre los particulares, el perfil más habitual -que engloba al 24% del total- es el del consumidor que desconoce que tiene impagos pendientes o no está desacuerdo con el importe o con el producto o servicio recibido, por lo que no realiza el pago.

Le sigue el de los llamados "nómadas", que suponen el 18% y que son personas que cambian de domicilio o de teléfono y no cumplen con la obligación de informar a sus entidades financieras, y que engloba normalmente a inmigrantes. "Los extranjeros se agrupan fundamentalmente en esta modalidad, una de las más complicadas para conseguir que paguen, ya que es muy complicado localizarles", resalta Salvaterra.

Entre los particulares, uno de cada diez es el llamado "experto" en evitar el pago, aquél que conoce todas las tácticas para evadir sus obligaciones de pago.

El resto (selectivos, relajados y escapistas), que suman el 35%, son consumidores que no quieren abonar las facturas en su debido momento y seleccionan las que desean pagar y el orden para hacerlo o actúan con indiferencia y restan seriedad a los requerimientos de pago y las acciones legales o bien no reconocen su situación de deudores y niegan haber realizado compra alguna.

Salvaterra indica que "en España la mayoría de las personas tienen una actitud positiva para regularizar sus impagos".

En relación a las empresas, el perfil más habitual (24% del total) es el de una sociedad que escoge la prioridad y el orden de las facturas a pagar, que se abonan principalmente a los proveedores considerados estratégicos.

A continuación figuran los "especialistas" en retrasar el pago de sus facturas sistemáticamente y en incumplir sus promesas de pago, y que representan el 19% del total analizado.

Tras las verdaderamente insolventes (17%) figuran las sinceras (14%), aquéllas que no tienen conocimiento de tener un pago pendiente o no están de acuerdo con la factura.

Le siguen las desorganizadas (11%), donde el seguimiento de las cuentas pendientes es insuficiente, las dominantes (10%) y las nómadas, que son el 5%.

Por Comunidades Autónomas, los consumidores con mejor comportamiento de pago se sitúan en País Vasco, ya que acumula sólo el 2% de los impagos a nivel nacional, mientras que su población representa el 5%.

Por contra, los ciudadanos de Andalucía ostentan el 21% de los impagos del total nacional, pese a que el peso de su población se limita al 18% del total de España.

En cuanto a las empresas, la Comunidad Valenciana concentra sólo el 8% de los impagos, pese a que sus sociedades suponen el 11% del total nacional, mientras que las empresas catalanas son las que mayor peso de impagos tienen, el 24% sobre el total de España, pese a que sólo suponen el 18% de las compañías registradas en el territorio español.