Los funerales por la muerte de Jesús Rubio y Tania Platero, los dos jóvenes de Usagre fallecidos en la noche del lunes en el accidente de tráfico ocurrido en la variante de la N-432, en Santa Marta de los Barros, tuvieron lugar a las 12 de ayer en la iglesia de Santa María de Gracia, donde se congregaron prácticamente los 2.000 habitantes del municipio.

La tercera fallecida fue enterrada en el cementerio sevillano de San Fernando. Esta última, de 23 años, era la mujer del conductor del todoterreno que, al realizar un adelantamiento irregular, provocó la colisión frontal con el coche en el que viajaban Jesús y Tania con sus novios.

Pese a la lluvia caída durante la jornada, familiares, amigos y vecinos de Jesús y Tania, de 24 y 19 años respectivamente, abarrotaron la plaza y el entorno de la parroquia de Usagre para dar el último adiós a sus vecinos, trágicamente fallecidos.

El momento más duro aconteció cuando apareció el cortejo fúnebre y se trasladaron, primero el féretro de Tania y después el de Jesús, al interior de la parroquia. El ambiente que se respiraba era de total silencio hasta este momento, en el que los familiares de los desaparecidos profirieron desgarradores gritos de dolor, contagiando sus sollozos a todos los presentes.

Ursula, hermana de Tania y novia de Jesús, que también viajaba en el coche la fatal noche del lunes, parecía como ida y apenas podía mantenerse en pie.

El alcalde del municipio, José Hernández, señaló a Europa Press Televisión que nunca se había vivido en el municipio "una tragedia" similar y apuntó que ambos jóvenes eran "muy queridos" en la población. Asimismo, indicó que desde la jornada de ayer, el pueblo permanece en "silencio" y sus calles "están vacías".

De la estudiante, Tania, dijo que es una pena porque "se fue en lo mejor de su vida" y de Jesús recordó que era un joven "muy trabajador", haciendo especial mención a su persona, pues cuando tenía 17 años, según subrayó, fue reconocido como "hijo predilecto" de la población, tras salvar la vida de su tío, el cual pudo morir ahogado en el pantano de Alange.

En la fachada del consistorio aún se mantienen el crespón negro y las banderas izadas a media hasta, en señal de luto.

La tercera fallecida fue despedida por los suyos en su Sevilla natal. Su cuerpo fue trasladado en la tarde del martes desde el tanatorio de Almendralejo a la capital hispalense. El hijo de dos años que tenía con el conductor del todoterreno que provocó el accidente sufre heridas leves.