La Unión de Ganaderos 2008, que agrupa a 200 explotaciones del norte de Extremadura, ha solicitado a la Administración que se investigue "con urgencia y exhaustivamente" si existe relación entre la alta mortandad que afecta a la cabaña ganadera y la vacuna contra la lengua azul.

El presidente y el portavoz de este colectivo, Alfredo Esteban y Antonio Gamonal, respectivamente, expresaron la alarma y la preocupación del sector ante la "indiscriminada" muerte de animales "supuestamente ligada a la administración de las vacunas contra los serotipos presentes". De igual forma quisieron dejar patente el sentimiento de "abandono y de falta de consideración" ante un tema que consideran muy grave por parte de las autoridades competentes y han aseverado que en ningún caso ellos se oponen a vacunar al ganado.

En el caso de la zona de Plasencia, Gamonal afirmó que un radio de tres kilómetros han muerto más de 60 vacas. Otras secuelas son el aumento de abortos, la disminución de la fertilidad de la cabaña, la falta de apetito y el descenso en la producción de leche.