Un total de 28 médicos de familia atienden consultas de Pediatría en Extremadura. Esto supone que el 21% de las plazas de Pediatra de Atención Primaria no están atendidas por estos especialistas sino por facultativos de Medicina Famliar y Comunitaria. Esta es la vía a la que tiene que recurrir el Servicio Extremeño de Salud (SES), como ocurre en otras comunidades, para poder mantener los servicios y aliviar el déficit de pediatras que existen de forma generalizada en España. De hecho, un reciente estudio de la Organización Médico Colegial (OMC) estima que en el cojunto del país los médicos de cabecera ocupan el 25% de las plazas de pediatras de Atención Primaria. En Extremadura ese procentaje se sitúa ahora en el 21%.

En cocreto, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad y Política Sociales, la plantilla de Pediatría en el conjunto del SES está formada por 132 plazas de las que 103 están ocupadas por pediatras y 28 por médicos de familia; actualmente hay una plaza vacante que se cubrirá próximamente.

LA ASISTENCIA/ Desde el Servicio Extremeño de Salud reconocen el déficit de especialistas, pero advierten de que esto no tiene por qué suponer una merma en la asistencia ni en la calidad puesto que en el resto de Europa no existe la figura del Pediatra de Atención Primaria «y la población infantil es atendida por médicos de familia». No opinan lo mismo los especialistas en cuestión, que consideran que el mejor médico para tratar a los niños es el pediatra. «Para patologías agudas, frecuentes y urgentes los médicos de familia tienen buena capacidad resolutiva, pero en el seguimiento del desarrollo desde el nacimiento hasta la adolescencia con las peculiaridades de cada edad, en la detección precoz de problemas de desarrollo, en el control y seguimiento de las enfermedades crónicas y en suma, en la atención global del niño, es indudable que el pediatra es el mejor capacitado», explica Cecilia Matilde Gómez, presidenta de la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura.

Esta especialista señala que la escasez de pediatras afecta especialmente a las zonas rurales, «porque son plazas poco atractivas, muchas de ellas suponen desplazamientos a varias localidades por la dispersión geográfica de la región, y que incluso tienen peores condiciones salariales y laborales que otras plazas que en teoría son más demandadas», indica. Aunque apunta que también hay ya «bastantes» plazas no ocupadas por pediatras en las zonas urbanas.

LAS CAUSAS/ ¿A qué se debe la falta de estos especialistas? Entre las respuestas está la escasa oferta formativa. El SES asegura que ha solicitado al Ministerio de Sanidad la totalidad de las plazas MIR que tiene acreditadas, pero apenas son siete (cuatro en el área de salud de Badajoz, dos en la de Cáceres y una en la de Mérida). A esto se suma que los pediatras cuando van terminando la especialidad «suelen preferir contratos en los hospitales, aunque sean más temporales y solo de guardias», sostiene Gómez. Entre las causas, también subraya que el SES no sigue los mismos criterios para el funcionamiento de las bolsas de trabajo de Pediatría en las distintas áreas de salud y las escasad ofertas de empleo público: «se convocan con intervalos anuales excesivamente largos, sin periodicidad y sin posibilidad de promoción interna y mejora cuando se ocupa una plaza interina, creando una sensación de provisionalidad y destierro en algunas situaciones», precisa esta experta.

MÁS PLAZAS E INCENTIVOS /Para solucionar esta problemática, desde la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria proponen aumentar la creación de plazas de especialista, convocar oposiciones cada dos o tres años, unificar los criterios de bolsas de trabajo y mejorar las condiciones laborales de muchas plazas, «con incentivaciones en aquellas que por sus características son menos atractivas», apunta Gómez.

Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Cáceres y también médico de familia, Carlos Arjona, considera que Pediatría es una de las especialidades sanitarias con mayor déficit de profesionales pero estima que los médicos de familia «están perfectamente capacitados para hacer un seguimiento del niño sano». De hecho, cuenta que hasta que se crearon los centros de salud rurales eran los facultativos de cabecera los que se encargaban de la salud de los más pequeños «sin problema» y que tampoco existe este especialista en los países europeos. «Lo ideal es que todos fueran pediatras pero ahora no existen en número suficiente; creo que con el paso de los años acabarán cubriéndose todas las plazas con pediatras», reconoce Arjona.