Un total de 228 conductores han sido detenidos y puestos a disposición judicial en Extremadura por conducir bajo los efectos del alcohol tras la entrada en vigor de la reforma del Código Penal que recoge como delito esta práctica, según informó ayer la Delegación del Gobierno en la región.

La nueva norma también castiga la conducción bajo los efectos de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas. También se tipifica como infracción muy grave incumplir la obligación, que todos los conductores tienen, de someterse a las pruebas de detección alcohólica.