Extremadura ha registrado cinco casos graves de envenenamiento de fauna silvestre durante el período 2010-2015, que afectaron a 25 ejemplares de alimoche, buitre negro, buitre leonado, águila imperial y lince, entre otros, según un informe nacional elaborado por Ecologistas en Acción.En concreto, este informe menciona un caso ocurrido en Siruela (Badajoz) en marzo de 2010 donde resultaron afectados tres alimoches, cinco buitres negros, cuatro buitres leonados y dos busardos ratoneros; y que se detectó porque uno de los alimoches era objeto de radioseguimiento.

El veneno, carbofurano, se distribuyó en trozos de cordero y placentas y el ganadero acusado del envenenamiento ha sido condenado a «una multa de 30.000 euros, 18 meses de prisión y tres años de inhabilitación profesional». Otro caso ocurrió en Serradilla (Cáceres), en noviembre de 2011, cuando cuatro buitres leonados fueron envenenados con dimetoato y fentión, igualmente una problemática asociada a la ganadería. En el informe se incluye también un lince ibérico fue envenenado en Valencia de Las Torres en 2014. Para Ecologistas en Acción, su informe pone de manifiesto que el uso de veneno en España «sigue estando muy extendido» y «sigue siendo una amenaza de primera magnitud para la biodiversidad».