La expansión de la telefonía móvil ha llegado ya hasta los niños. Tanto es así que uno de cada tres chicos extremeños de entre 10 y 14 años tiene un móvil, una cifra que sitúa a Extremadura prácticamente al mismo nivel de la media nacional.

Los datos de la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) son contundentes. Un total de 21.737 niños extremeños de entre 10 y 14 años (el 34,25% de los jóvenes de esas edad) tienen ya su propio teléfono móvil. Además, la encuesta del INE señala que el porcentaje más alto se da entre hijos únicos que viven con sólo uno de sus padres (viudos y divorciados, especialmente) en ciudades de más de 100.000 habitantes, es decir, en Badajoz. De hecho, cuando se unen todas estas circunstancias los casos se disparan hasta rozar el 50%

Por el contrario, el uso de un celular es menos habitual en las familias numerosas y en los municipios de menos de 10.000 habitantes, aunque en todo caso continúa superando el 30%. El estudio del INE señala también que el uso del móvil es mucho más habitual entre las niñas que entre los niños, ya que en el caso de las mujeres la ratio de jóvenes con teléfono supera las cuatro de cada diez, dos puntos por encima de los preadolescentes varones.

La mayoría de los chicos tienen móviles de prepago, según apunta Telefónica, y son los padres los que suelen ocuparse de recargarlo. "Es una forma de controlar de cerca el gasto", comentan. Su uso principal es el de enviar mensajes a sus amigos, y también recibirlos, y al mismo tiempo el uso del terminal permite a los progenitores poder localizarle en cualquier momento. Además, hay que tener en cuenta que cada vez son más los hogares que no disponen de una línea de telefonía fija.

CADA VEZ ANTES Según los expertos, el hecho de que los chicos usen el móvil a edades tempranas va ligado a que cada vez acceden antes al ordenador y a internet. "Como pasa con la comida, los juguetes o el ordenador, hay que permitir que los chicos usen el móvil en un lugar concreto y por un tiempo determinado, para que no se cree una excesiva necesidad de estar conectado y no distorsione su capacidad de atención en otras actividades, como la escuela", explica la psicóloga de Barcelona Catalina Munar.

Si se analizan los datos por comunidades autónomas, los niños asturianos son los que están más enganchados , con un porcentaje del 43,11%, mientras que los vascos se sitúan en el extremo contrario como los menos aficionados, con sólo un 25,6%. Por encima de la media nacional (34,3%) están Madrid, Castilla y León, Aragón, La Rioja y Cataluña, y se encuentran por debajo de esa ratio, además de Extremadura, Cantabria, Murcia, Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, Canarias, Navarra, Baleares y Castilla-La Mancha.