La consejera de Sanidad y Dependencia, María Jesús Mejuto, visita hoy el Módulo Terapéutico del Centro Penitenciario de Badajoz, en el que se desarrolla un programa regional de desintoxicación dirigido a reclusos, al que la Junta de Extremadura ha destinado este año 280.000 euros.

Según la agencia Efe, Mejuto explica que, aunque la atención sanitaria en los centros penitenciarios no es una competencia transferida a la comunidad autónoma, la consejería ha detectado la necesidad de actuar en materias de drogodependencia en ellos.

Por ello, en 2007 se estableció un convenio de colaboración con Cruz Roja Extremadura, con una aportación económica por parte de la Junta de Extremadura que este año se incrementa hasta los 280.000 euros.

Se trata de una actuación que abarca a los dos centros penitenciarios de la región, porque "el programa es único, esto es, existe un solo modelo de atención para ambos centros y gracias a una perfecta coordinación y colaboración entre los diferentes profesionales, se desarrolla de forma específica en cada uno de ellos".

Lo que se persigue es prestar una atención integral, sea cual sea la necesidad del recluso, incluso después de abandonar el centro penitenciario y para ello se crea el Programa Regional de Atención a Personas Drogodependientes Privadas de Libertad en Extremadura (PiDCA), que principalmente se marca dos objetivos.

Uno de ellos es atender a toda la población penitenciaria con problemas de drogodependencias con la misma calidad y la misma variedad de servicios que estas mismas personas podrían obtener si estuvieran en libertad.

El segundo fin es conectar a todas las personas atendidas en el programa intrapenitenciario con recursos extrapenitenciarios de la Red de Drogodependencias para continuar su deshabituación en libertad, a través de la gestión de casos y coordinación con los recursos de la red de atención a las drogodependencias.

Partiendo de estos objetivos se elaboró un protocolo de actuación entre técnicos de los centros penitenciarios, de la Secretaría Técnica de Drogodependencias del SES y de Cruz Roja estableciendo un modelo de intervención se realiza en cuatro áreas: sanitaria, jurídico-penitenciaria, psicosocial y formativo-ocupacional.

En cuanto a la labor desarrollada hasta el momento, si en 2008 se atendieron a 273 personas entre los dos centros penitenciarios, durante el primer semestre de 2009 ya se ha superado esta cifra, pues se han atendido hasta la fecha a un total de 352 reclusos en ambas prisiones.