Los nervios son normales entre los estudiantes a la hora de enfrentarse a un examen desconocido, pero este año la incertidumbre era mayor porque ellos estrenaban la nueva selectividad. Aunque la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad) no cambia lo sustancial de la ya extinta PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), lo cierto es que los estudiantes se sienten «conejillos de indias» porque aseguran que hasta mitad de curso no han tenido claro a qué se tenían que enfrentar. Así, finalmente sin la reválida que imponía la LOMCE pero entre quejas por el retraso en definir la prueba que la sustituiría, comenzaron ayer en Extremadura (también en Aragón, La Rioja, Baleares, Comunidad Valencia y Madrid) las pruebas para acceder a la univerisdad para un total de 4.589 alumnos extremeños.

Arrancaron a las diez de la mañana con el examen de Lengua y Literatura en doce sedes distintas de siete ciudades extremeñas: Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito, Zafra y Villanueva de la Serena, y concluirán mañana.

«Llevamos desde el primer trimestre haciendo modelos de exámenes que no se corresponden, mirando temas que no se sabía si entraban o no y muy desorientados. Hemos perdido mucho tiempo, estamos indignados», cuentan Fran y Carlos del IES Brocense de Cáceres antes de entrar en el segundo examen del día, Historia, que fue uno de los que más han variado. «Antes entraba solo a partir del siglo XVIII y ahora entra desde la prehistoria y también han cambiado la estructura del examen, ahora tenemos que realizar un comentario de texto relacionándolo con una cuestión teórica y hay que responder tres preguntas cortas que antes no existían», afirman.

FACTURA / Pero no solo los alumnos han sufrido los cambios, también los docentes. «Ha faltado información desde el primer día tanto del temario que entraba como del tipo de exámenes, no ha sido serio. Un desbarajuste», cuenta Isabel, una docente de Montánchez. «Hasta febrero hemos estado dando palos de ciego y eso pasará factura seguro», dice otra profesora de un instituto cacereño que prefiere no dar su nombre.

«Creo que todo este desbarajuste nos va a perjudicar a todos los que hacemos selectividad este año, estamos en desventaja respecto a otras ediciones», dice Carlos, que quiere sacar una buena nota para poder estudiar Criminología, el nuevo grado que estrenará el próximo curso la Universidad de Extremadura. «No existe nota de corte, pero hay solo 20 plazas. Quiero meterme en la policía después».

Este es el objetivo que también tiene Ana, alumna del Sagrado Corazón de Cáceres. «Me quiero quedar aquí a estudiar y solo me planteo Criminología o el doble grado de Derecho y Criminología». Sus compañeras de fatigas, Paula y Lucía, tiene otras preferencias. La primera se decanta por alguna ingeniería y una universidad de Salamanca, Sevilla o Madrid: «dependerá de la nota, pero quiero irme fuera de Extremadura por vivir esa experiencia», mientras Lucía quiere quedarse en Cáceres. «Aquí hay una buena facultad de Veterinaria».

FUTURO / Granada es otro de los destinos que barajan los preuniversitarios extremeños. Sandra, Pilar y Sergio esperan poder irse allí a estudiar Bellas Artes. Como ellos, cada año hay un número importante de extremeños -en torno a 2.000- que eligen salir de Extremadura. «Ya que tengo que salir de casa, preferimos conocer otros lugares», coinciden Miguel Ángel, Marina, Pedro, Irene y Pablo, del Colegio San Antonio.

Con la incertidumbre de los últimos meses ya en segundo plano, los nervios se templaron tras el primer examen, el de Lengua en el que los alumnos tuvieron que elegir entre dos textos publicados en El País y entre el teatro español desde la posguerra o las vanguardias y la poesía en la Generación del 27. En Historia las opciones fueron dos textos sobre la Constitución de 1812 y el discurso de Manuel Azaña en la Universidad de Valencia (1937). Por la tarde fue el examen de Dibujo Técnico e Historia de la Fisolofía, que en la nueva EBAU no es obligaroria. Aquí las opciones fueron Platón y Nietzsche. Y hoy es el turno de examinarse de la Primera Lengua Extranjera (Inglés mayoritariamente, pero también hay alumnos de Francés y Portugués) y las troncales obligatorias de modalidad: Matemáticas, Latín, Fundamentos del Arte y Matemáticas aplicadas a la Ciencias Sociales. Luego será tiempo de otras materias para poder subir nota de forma voluntaria.