La Guardia Civil ha detenido a 57 integrantes de una organización criminal dedicada al robo de cable de cobre en instalaciones estratégicas, como parques eólicos y fotovoltaicos o infraestructuras ferroviarias, algunas de ellas ubicadas en Badajoz y Cáceres, y se ha intervenido de más de 15 toneladas de cable de cobre.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, ha informado hoy en rueda de prensa sobre esta operación, denominada 'Naidar' y desarrollada en Albacete, en la que han practicado 45 registros domiciliarios donde se han intervenido diversos dispositivos electrónicos, dos escopetas del calibre 12, teléfonos móviles y abundante documentación.
A los detenidos se les atribuyen 205 hechos delictivos, entre ellos robos con fuerza, desórdenes públicos, tenencia ilícita de armas, robo y uso de vehículo a motor, atentado a agente de la autoridad, receptación y pertenencia a organización criminal.
Los 205 hechos delictivos esclarecidos tuvieron lugar en instalaciones estratégicas de las provincias de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Toledo, Ciudad Real, Madrid, Murcia, Alicante, Cáceres, Badajoz, Ávila, Burgos, Soria, Salamanca, Segovia, Zamora, Granada, Jaén y Córdoba.
La operación se inició a raíz de varios robos cometidos en el cableado de cobre de estas instalaciones durante los años 2014 y 2015 en la provincia de Albacete.
Los agentes establecieron un dispositivo de seguimiento y control sobre un grupo de personas asentadas en un poblado de Madrid conocido como 'El Gallinero', donde detuvieron a los integrantes de la organización, 53 de ellos de nacionalidad rumana y 4 españoles, con edades entre 16 y 55 años.
Los detenidos formaban un grupo organizado jerárquicamente compuesto por un primer escalón integrado por los 'jefes', que eran los encargados de realizar las funciones de dirección y coordinación del entramado.
De la jefatura del grupo dependían otros niveles entre los que se encontraban los responsables de cometer los robos, los que realizaban funciones de apoyo y colaboración, y los que adquirían y tramitaban la documentación de los vehículos utilizados para cometer los robos.
Asimismo, estaba el encargado de gestionar la salida del cobre sustraído a través de una extensa red de receptadores.
Antes de cometer los robos la organización seleccionaba el lugar en base a informaciones obtenidas mediante reconocimientos previos de la zona o bien por robos cometidos con anterioridad.
La organización también contaba con una gran movilidad ya que se dividían en varios subgrupos compuestos cada uno de ellos por 8 y 16 personas, y se desplazaban a distintos puntos de la geografía española para poder cometer varios robos en un solo día y dificultar la labor de investigación de los agentes.
Posteriormente, se desplazaban en vehículos de gran cilindrada, con más de 15 años de antigüedad y con amplia capacidad de carga para colisionarlos en caso de ser interceptados por las fuerzas de seguridad.
Tras el robo regresaban al poblado y retiraban las cubiertas de plástico que envolvían el cable de cobre para que quedase limpio y así incrementar su valor, y el género se ocultaba en el asentamiento chabolista hasta su venta.
En los últimos cinco meses esta organización había efectuado ventas de más de 93.000 kilogramos de cobre, por un importe de 350.834 euros, en centros gestores de metales investigados.
El grupo causó un grave perjuicio, tanto económico como de abastecimiento, a servicios esenciales para la sociedad, ya que en algunas ocasiones dejaron sin electricidad o telefonía durante horas o incluso días a localidades, polígonos industriales o líneas férreas.
En esta investigación han participado la Policía Judicial de Albacete y unidades de la Guardia Civil de Madrid, como el Escuadrón de Caballería con sede en Valdemoro, el Servicio Aéreo, el de Protección de la Naturaleza y el de Protección y Seguridad, además de la Policía Municipal de Madrid, que ha colaborado.
Las diligencias e han instruido en el Juzgado de Instrucción número 1 de Alcaraz (Albacete), que ha decretado prisión para 26 de los detenidos y el ingreso de un menor en un centro de menores.
