Una tesis doctoral de la Universidad de Extremadura (Uex) constata que hasta el 60% de las familias ocultan información a los pacientes de cáncer, una conducta que según el autor de esta investigación, Angel Inoriza, no es la más recomendable. En su opinión, los médicos deben informar al paciente y a sus familiares de forma conjunta sobre la enfermedad para evitar conflictos entre las partes.

Según esta tesis, en la que han participado 351 enfermos y sus familias, comunicar a una persona que padece un cáncer "resulta difícil". El dolor y la confusión de los primeros momentos conduce a la "inmensa mayoría" de las familias que atraviesan esta situación a crear entorno al paciente una "conspiración de silencio", explica Inoriza, profesor del departamento de Ciencias Biomédicas de la Uex.

TENDENCIA Sobre los cambios en este tipo de comportamientos, asegura que cada vez los familiares son más conscientes de que, teniendo derecho a conocer la gravedad y el diagnóstico de la enfermedad, "no son propietarios" de la información y "no pueden marginar" al enfermo. Según el autor de este trabajo, hasta el momento la tendencia por parte del profesional clínico es la de respetar la voluntad de la familia para no caer en posibles conflictos de tipo relacional.

Sin embargo, según su análisis, hasta un 95% de los enfermos entrevistados muestra una actitud receptiva a conocer las posibilidades terapéuticas que existen para decidir sobre su propio tratamiento y, además, el 90% necesita saber los aspectos sanitarios, efectos secundarios y cuáles son los síntomas más frecuentes. En esta línea, el autor subraya la necesidad del médico de disponer de un método de información que permita facilitar datos de una forma paulatina, en función de lo que demande el paciente y no la familia. Además, Inoriza sostiene que "pese a que no existe un protocolo estándar, lo ideal, para una mayor autonomía y capacidad de decisión del afectado, es informar a la familia y al paciente a la vez, para romper esa conspiración de silencio".