«La escuela debería ser un espacio donde niños y niñas se sintieran seguros, sin embargo para muchos es un lugar donde sufren violencia, que ejercen sus iguales. Son sus propios compañeros quienes actúan con maltrato físico o psicológico a través de la represión, la discriminación, la homofobia, la violencia sexual o el castigo corporal», manifestó ayer Flor Fondón, presidenta de la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (Adhex), para recordar que el acoso escolar (bullying) es otra de las agresiones que sufren los menores.

El 8% de los alumnos de los centros educativos de la región han de soportar esta lacra: insultos, difusión de rumores, robos, golpes, exclusión... La edad donde hay más incidencia, entre los 12 y los 16 años, aunque también se alerta de que los problema empiezan en la etapa de Primaria y salen a luz en Secundaria.

el ANONIMATO / «Además, se ha agravado en los últimos años debido a la sensación que tienen los acosadores de impunidad, de anonimato, mediante el uso de las redes sociales», asegura Flor Fondón.

Los últimos datos facilitados por la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura corresponden al curso 2015/2016 y hablan de 99 casos, 33 de ellos de ciberacoso, lo que significa 0,07% del alumnado y un porcentaje muy inferior a la media nacional, según subrayan desde la propia Administración regional.

Pero esta realidad es muy diferente a la denuncia ayer por Adhex. r.s.r.