El 26 de octubre se celebra el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido (DCA), una «pandemia silenciosa que te cambia la vida en un segundo». Por este motivo la Plataforma Española por el Daño Cerebral Adquirido ha lanzado una campaña «para sensibilizar e informar sobre este grave problema» porque «a pesar de ser la primera causa de discapacidad en adultos, aún es un gran desconocido».

En la región, el Daño Cerebral Adquirido cambia la vida súbitamente a cerca de 9.000 extremeños, según datos manejados por la Plataforma. La causa más común es el ictus, pero también pueden originar DCA los traumatismos craneoencefálicos, los tumores cerebrales y otras causas de carácter infeccioso. «Los responsables no facilitan datos globales que incluyan todas estas causas porque los números dispararían las listas de espera», declara Victor Sánchez, neuropsicólogo y presidente de la Plataforma DCA.

Para la atención de la principal causa del DCA, el SES elaboró en 2011 el Plan Integral al Ictus. De forma complementaria y «para mejorar la eficiencia organizativa», en febrero de este año se aprobó el Protocolo Teleictus, que comunica los servicios de urgencias hospitalarios y las Unidades de Ictus que existen en los Servicios de Neurología de los hospitales San Pedro de Alcántara e Infanta Cristina. En Cáceres, la Unidad atiende una media de 350-360 casos al año. La Unidad pacense funciona desde 2011 pero, a diferencia de la cacereña, cuenta con un neurólgo de guardia localizado, no presencial.

Mediante este protocolo se «garantiza la atención a pacientes agudos permitiendo la activación del Código Ictus tanto en urgencias extrahospitalarias como en intrahospitalarias», declaran desde el SES.

Este protocolo consiste en la instalación de un sistema informático en las dos Unidades de Ictus y en los servicios de urgencias del resto de hospitales. Su función es poner en comunicación mediante videoconferencia al equipo médico que atiende al afectado con el especialista, que dirige el tratamiento tras su valoración clínica y las pruebas de neuroimagen. Además, «se ha realizado formación específica para todo el personal de urgencias, emergencias y facultativos especialistas en Medicina Interna de los hospitales para realizar una correcta selección de pacientes susceptibles de tratamiento», declaran desde el SES.

Teleictus «permite que el paciente sea valorado en su hospital de referencia y sea tratado, si tiene indicación, mediante tratamiento fibrinolítico intravenoso (rTPA o alteplasa) evitando demoras innecesarias y favoreciendo así la equidad en la atención sanitaria». A continuación, el paciente es trasladado a la Unidad de Ictus más próxima a su domicilio.

Desde su implantación, se han realizado un total de 59 conexiones con la Unidad de Ictus de Cáceres y 50 con la de Badajoz.

En opinión de Sánchez, «el teleictus es un parche cuando no funciona el Código Ictus, no existe el número apropiado de neurólogos por habitantes ni hospitales a la distancia apropiada de la población».