Llega la hora de volver a la rutina, de madrugar y de hincar los codos para los más pequeños de la casa. Más de 96.600 niños y niñas de la región de entre 3 y 12 años vuelven hoy al colegio, o lo hacen por primera vez, en un curso escolar que llega marcado por el estreno de una nueva ley de educación, la Lomce --Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa--. Esta novedad no es para todos los cursos aún, solo 1º, 3º y 5º de Primaria tendrán que adaptar sus currículos y horarios a las nuevas exigencias aunque con margen suficiente en los centros para evitar desajustes. Sin embargo, eso no parece que vaya a evitarlos. La consejera de Educación, Trinidad Nogales, reconoció ayer en la Asamblea que el curso se presenta "complejo" por la entrada de la Lomce, pero que se han hecho los deberes para que todo fluya con normalidad, según Efe.

Sin embargo, los sindicatos docentes y la oposición no opinan exactamente igual. Por su parte, CSIF, reconoce que hoy no estarán todos los maestros en sus centros. Su responsable de Educación, Manuel Pascual, asegura que las colocaciones del personal sigue siendo un punto flaco de cada inicio de curso, no solo del actual. También hay discordancias sobre el número de docentes. "Este año tenemos 600 interinos más, pero porque hay menos funcionarios y eso no es una buena noticia. Así, se está torpedeando el sistema porque no hay razón para no convocar oposiciones", critica.

En esta línea coinciden ANPE y PIDE, que exigen más plazas estables entre el profesorado y la convocatoria de oposiciones. El secretario de Acción Sindical de ANPE, Saturnino Acosta, considera que la cantidad de plazas vacantes sin titular --la suma de interinos, comisiones, funcionarios sin destino definitivo, desplazadas y suprimidas-- este curso, unas 2.500 en total, perjudica no solo a la estabilidad de las plantillas y a la calidad de la enseñanza, también "significa un progresivo deterioro de las condiciones de trabajo del personal docente y el aumento de la precariedad laboral que venimos sufriendo sobre todo desde la entrada en vigor de las medidas de ajuste en 2012, pero acumuladas desde 2010", señala. Acosta habla de "precaución" en este inicio de curso, ya que según sus cálculos unos 200 puestos de trabajo en total no están contemplados este curso en relación al anterior y asegura que 180 docentes de Infantil y Primaria --y otros 283 de ESO-- no tienen destino definitivo aún.

Sobre el profesorado, PIDE considera que "la consejería continúa con la depauperación de las plantillas docentes mediante la conversión de plazas completas a media jornada y sigue insensible ante la demanda de los opositores para comunicar su intención de convocar o no oposiciones". Denuncia que se mantiene la sobrecarga de horario lectivo y las ratios en las aulas.

Respecto al estreno de la Lomce, algunos como CSIF reconocen que las normativas para su implantación han llegado a tiempo y que apenas supondrán grandes cambios en Primaria, mientras otros, ANPE y PIDE, critican que la reforma llega a las aulas sin el respaldo del profesorado y de la mayoría de los sindicatos y temen desajustes graves en los horarios e itinerancias que pueden modificar las plantillas. Según PIDE, el profesorado conseguirá con su esfuerzo compensar las incongruencias de la Lomce, para el sindicato, "la peor ley de educación posible", mientras ANPE critica la inclusión de las clases de 30 minutos, en lugar de 45, "por considerarlas antipedagógicas y un caos organizativo", así como la decisión de la consejería de delegar en los centros el cambio o no de los libros, "lo que viene a significar que el que quiera y pueda se lo pague", señala Acosta. Por su parte, CSIF exige una evaluación de los programas de enseñanza bilingüe, que diez años después siguen siendo experimentales y motivo de conflicto entre docentes.

Tras la llegada hoy de los pequeños a las aulas, el lunes será el turno de los 45.000 alumnos de ESO y los 697 de Educación Especial; el martes se incorporarán los 26.000 estudiantes Bachillerato y FP de grado medio; y el miércoles, el resto.