Era una demanda de ganaderos y organizaciones agrarias y la Junta de Extremadura acaba de abrir la puerta a introducir modificaciones en las campañas de saneamiento para que junto al veterinario haya otro de parte. Eso sí, a este último solo se le permitirá que pueda comprobar cómo se desarrolla el análisis por el que se determina si un animal está o no infectado de tuberculosis, pero no realizar otro análisis que confirme el resultado.

Un proyecto de orden a estudio introduce modificaciones en varios artículos de la orden de 2007 que establece las bases para la gestión, desarrollo y ejecución de los Programas de Saneamiento Ganadero. Los cambios se amparan, por un lado «en la necesidad de implementar nuevos modos de gestión», como el marcado de bovinos reaccionantes positivos; y por otro lado, en el mandato de la Asamblea de Extremadura para que se contemple «el derecho del ganadero al contraanálisis», aunque el texto recuerda que la legislación establece que el análisis «es único en el tiempo».

Lo que se plantea ahora para dar cumplimiento a lo decidido en la Asamblea es que el titular de la explotación pueda contar, mientras se realiza la prueba, con otro veterinario designado por él (un perito de parte) para que contraste cómo se realiza el análisis. En ese caso el departamento de Sanidad Animal designará a un tercer veterinario oficial, que será el que tenga la última palabra. La contrastación por parte del perito se realizará «en un acto único» (no habrá una segunda prueba que verifique el resultado de la prueba oficial) y por tanto los veterinarios de parte «solo podrán verificar la metodología de trabajo del equipo de campo, en ningún momento, repetir sus acciones».

marcado / Junto a esto el borrador propone también que todos los bovinos diagnosticados como positivos sean marcados con un taladro en forma de ‘T’ en la oreja y con un microchip. Establece además que se levantará acta de cada caso y que el animal enfermo deberá ser sacrificado en un periodo máximo de 15 días, aunque el Servicio de Sanidad Animal tendrá potestad para determinar el sacrificio in situ.

Las principales organizaciones agrarias están estudiando el documento (hay un plazo de 15 días para presentar alegaciones). Apag Extremadura Asaja prepara varias enmiendas porque entiende que la modificación no atiende la principal reclamación, el contraanálisis. «Este texto es el resultado de las presiones que hemos ejercido, pero en el fondo no aporta nada nuevo porque sigue sin recoger la demanda principal del contraanálisis y solo habla de una contrastación», matiza Juan Metidieri, que entiende que con ese punto de partida, el que haya un veterinario designado por el titular de la explotación en el análisis «va a ser inservible».

garantías / «Nosotros queremos una prueba que nos dé garantías de que el animal que se sacrifica está enfermo de verdad”, agrega. Y a su juicio eso no se atiende con esta modificación, que considera que se centra más en cómo marcar a los animales enfermos. «Lo que se va a permitir es vigilar que se realiza bien todo el protocolo, pero nada más», dice.

Por su parte el responsable de Ganadería de UPA-UCE, Antonio Prieto, entiende que el hecho de que se pueda «fiscalizar» el trabajo que realiza el veterinario con el texto a estudio, «supone una garantía» de que el trabajo se está haciendo bien «y un paso importante en la transparencia de todo el procedimiento que se sigue».

«Comprendo que tampoco se puede plantear más porque los protocolos se definen en Madrid y en ellos no se permite el contraanálisis», recuerda Prieto sobre la modificación, aunque entiende que el hecho de que haya más veterinarios otorga «más garantías de que se va a hacer bien».