Los teléfonos de atención al menor favorecen el contacto de estos chicos a posibles ayudas en momentos complicados. A veces los menores que están pasando por situaciones conflictivas no tienen confianza en su entorno, porque en ciertas ocasiones es este entorno el que no les permite verbalizar sus problemas. También puede ser porque consideran que pueden ocasionar un daño, o si están sufriendo presiones de un familiar, entienden que las justificaciones que dan el resto de familiares no les ayudan. Por este motivo, los teléfonos de atención al menor son de mucha ayuda, porque facilitan el acceso directo a una posible ayuda, y además son una vía de denuncia en un momento determinado, porque los menores no tienen, o no conocen muchos recursos, a los que poder acudir. Además, para los jóvenes de ahora es muy sencillo hacer uso de estos números, porque casi todos ellos tienen un móvil a su disposición. Al otro lado de la línea se encuentran a profesionales que tratarán, en primer lugar, de calmar a la persona que llama, de calmar su sufrimiento en el caso de que esté expresando un miedo, y después explorará el problema para tratar de encauzar al menor hacia alguno de los recursos que tenga disponible, bien a través del centro escolar, de los servicios sociales o de salud, y siempre apelando a los adultos que puedan tener más cerca, sobre quienes no se puede actuar a sus espaldas. Según el tipo de conflictos el profesional implementará unas herramientas u otras.

*Psicóloga.