La junta general de accionistas de Himexsa-Tecnoagua se saldó ayer en Plasencia sin resultados positivos para los 240 trabajadores de este grupo empresarial, según fuentes de CCOO, el sindicato mayoritario. El principal acuerdo adoptado por este órgano fue la ratificación de la solicitud judicial de suspensión de pagos, que es la antesala de la declaración de quiebra.

Nada se habló, según los representantes de CCOO, de la elaboración de un plan de actividad para el grupo que permita determinar qué parte de la plantilla podría continuar trabajando. GHT está pendiente de que la autoridad judicial acepte la solicitud de suspensión de pagos y ha presentado un expediente de regulación de empleo para las cinco empresas que forman el grupo. GHT se dedica a la construcción de obras públicas y de plantas depuradoras, así como a la gestión de éstas. Hasta hace poco era uno de los principales grupos constructores de la región, pero una desafortunada gestión le han hecho entrar en barrena.

PROTESTA DE LA PLANTILLA

Medio centenar de trabajadores y delegados sindicales se concentraron ayer a la entrada de la junta de accionistas con pancartas de protesta por la situación que sufre la plantilla. "Hay que desterrar la idea, que la dirección de la empresa quiere exender ante la opinión púbica, de que este grupo no tiene futuro y que por ello se hace necesario enterrarlo cuanto antes", ha indicado esta semana Valentín García, secretario regional de CCOO.

Según este sindicato, el grupo Himexsa-Tecnoagua tiene unas deudas bancarias a corto plazo de 7,8 millones de euros, así como otros compromisos pendientes con proveedores. "Esto es un problema coyuntural que, en abosluto, signifca que la empresa deba ir necesariamente a la quiebra", ha indicado García.