De media el ciudadano consume unos doce litros al año de aceite, lo que en Extremadura, con una población de un millón de habitantes, suponen doce millones de litros, del cual solo se reutiliza el 50% del mismo.

Para dar una salida racional a este tipo de residuo urbano y concienciar a los municipios, la Sociedad Cooperativa Rograsa va a llevar a cabo a partir del mes de octubre una experiencia piloto que pretende instalar 50 contenedores de recogida de aceite doméstico en las localidades extremeñas de más de 15.000 habitantes, siendo el caso de Cáceres, Badajoz, Mérida, Almendralejo, Plasencia, Don Benito, Villanueva y Navalmoral de la Mata.

Se trata de un proyecto pionero en Extremadura, dado que la única recogida selectiva doméstica de la región se realiza, también de manera experimental, en Mérida, donde Rograsa tiene instalados 3.000 contenedores en varias comunidades de vecinos, recogiendo unos 18.000 litros mensuales.

La empresa instalará en la vía pública, dos tipos de contenedores, diseñados por ella misma, uno en el que se vaciará el aceite al granel y que estará situado junto a los recipientes de reciclado de papel, vidrio, cartón y envases y otro en el que se podrá depositar el aceite junto con el recipiente en los que los usuarios los transportes y que se instalará en los hipermercados.

Cabe señalar que en ambos casos están homologados para contener este tipo de residuos, preparados para que no se vierta en el caso de que sufran algún impacto, además llevan instalado un sistema GPS que avisa a la central cuando el bidón está lleno.

El gerente de esta planta de recogida, Angel Rodrigo, ha manifestado a EL PERIODICO, que se han reunido con la Directora General de Calidad Medioambiental de la Junta de Extremadura, María Pérez, para presentarle el proyecto, indicando que ha sido bien acogido "el problema es el de siempre la falta de financiación, por eso ahora en septiembre vamos a presentarlo también a ayuntamientos, diputaciones y mancomunidades".

El coste de cada bidón oscila los 1.200 euros, un coste demasiado elevado para que Rograsa asuma su instalación en toda la Comunidad Autónoma. No obstante, en esta experiencia piloto, indica Rodrigo, todo el coste lo asumirá la empresa.

"Con ello queremos que las administraciones se den cuenta de los beneficios medioambientales y económicos que se obtendrán, ya que el aceite reciclado ofrece multitud de aplicaciones para el sector industrial de la cosmética, para los abonos orgánicos o para la fabricación de biodiesel", señala el gerente.

CUMPLIENDO LA LEY De esta forma también se daría cumplimiento a la Ley 10/1998, de 21 de abril sobre residuos urbanos e industriales no peligrosos, que incluye al aceite vegetal usado entre los mismos y establece que los municipios con una población superior a 5.000 habitantes están obligados a implantar sistemas de recogida selectiva de residuos urbanos que posibiliten su reciclado y otras formas de valorización.

En cuanto a la recogida la empresa asumirá el coste retirando el contenido por la noche con vehículos cisternas o plataformas y llevándolo para su tratamiento a la planta que tienen en Mérida. Allí, además, se trata el aceite recogido de la actividad hostelera, hospitales o centros educativos.